PMI de servicios de España diciembre 55,8 vs 57,5 esperado
La economía del sector servicios español continuó su período reciente de expansión en diciembre, y tanto la actividad como los nuevos pedidos volvieron a aumentar marcadamente. No obstante, los ritmos de crecimiento fueron notablemente más bajos frente a los registrados en noviembre, ya que la aparición de la variante ómicron de la COVID-19 afectó la confianza y la demanda de los consumidores.
En consecuencia, el optimismo sobre el futuro de las empresas de servicios también se redujo, cayendo hasta su nivel más bajo desde principios de año. El Índice de Actividad Comercial ajustado estacionalmente, que se basa en una sola pregunta en la que se solicita a las empresas que comenten sobre la evolución de su actividad con respecto del mes anterior, se ubicó por encima del nivel de ausencia de cambios de 50.0 por noveno mes consecutivo. Al situarse en 55.8, el índice señaló un marcado aumento de la actividad, pero al disminuir del nivel 59.8 registrado en noviembre, manifestó un ritmo de crecimiento notablemente más lento.
Las empresas encuestadas informaron que las actividades comerciales y una mayor demanda apuntalaron tanto el crecimiento de la actividad como el de los nuevos pedidos del sector servicios en diciembre. Los niveles de nuevos pedidos recibidos aumentaron por noveno mes consecutivo, pero en concordancia con la tendencia de la actividad, el crecimiento también se ralentizó hasta a su nivel más bajo desde abril pasado. Las empresas encuestadas comentaron que existe una mayor precaución entre el público debido a la variante ómicron de la COVID-19. Las empresas de servicios en el sector de restauración y ocio observaron cancelaciones de reservas.
Puesto que el incremento de las ventas se ralentizó, las empresas en general pudieron poner al día sus cargas de trabajo en diciembre. Los niveles de pedidos pendientes se mantuvieron prácticamente sin cambios, según los últimos datos. La contratación de más personal también ayudó a las empresas a completar los pedidos existentes.
El empleo creció por noveno mes consecutivo y de manera sólida, aunque se ralentizó hasta su nivel más débil desde septiembre pasado. El aumento de la demanda de mano de obra provocó cierta presión al alza en los salarios a finales de año, hecho que fue citado como uno de los numerosos factores que han impulsado otro incremento importante en los costes operativos. Aunque la tasa de inflación fue inferior a la máxima récord registrada en noviembre, fue la segunda más alta en la historia del estudio. Las empresas encuestadas comentaron que la electricidad, la energía, el combustible, los servicios de transporte y los insumos en las unidades de los proveedores en general aumentaron de precio.
Muchas empresas continuaron repercutiendo inevitablemente sus crecientes costes operativos a los clientes a través de un incremento de sus tarifas cobradas. Los precios cobrados también siguieron aumentando a una tasa históricamente elevada, que de todos modos estuvo por debajo del récord del estudio registrado en noviembre.
Por último, el sentimiento se mantuvo en territorio positivo a finales de año. Las empresas de servicios se mostraron positivas de que el crecimiento se mantendrá de acuerdo con unas mayores ventas y lanzamientos de nuevos productos. No obstante, la confianza cayó hasta su mínima de once meses debido a la preocupación sobre la gravedad de la variante ómicron de la COVID-19 y la persistencia de la escasez de oferta.
La economía del sector privado de España se expandió al ritmo más lento de los últimos ocho meses en diciembre, debido en gran parte a un crecimiento más débil del sector servicios, mientras que la producción manufacturera aumentó a un ritmo ligeramente más fuerte.
Después de tener en cuenta los factores estacionales, el Índice Compuesto de Actividad Total* disminuyó de 58.3 registrado en noviembre a 55.4 en diciembre, su lectura más baja registrada desde abril pasado.
Tanto el sector manufacturero como el sector servicios experimentaron un crecimiento más lento de los nuevos pedidos recibidos, y los datos en su conjunto también muestran el incremento más débil desde abril pasado. Las presiones en la capacidad siguieron siendo evidentes, aunque la última acumulación de pedidos pendientes de realización fue modesta. Las empresas contrataron más personal a una tasa más lenta.
Las presiones en los costes se mantuvieron elevadas en la economía del sector privado, aunque las tasas de inflación fueron más bajas. Dicha reducción se trasladó a las tarifas cobradas, que también aumentaron fuertemente, pero a una tasa más débil.