"¿Hemos tocado fondo? Imposible afirmarlo, pero el tono mejora… o no es tan malo. Lunes bajo fuerte presión"

Análisis Bankinter

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Capitalbolsa | 23 mar, 2020

El jueves/viernes pasado el tono cambió a mejor sencillamente porque el mercado empezó a dar credibilidad al hecho de las medidas de gobiernos y, sobre todo, bancos centrales serán “infinitas”. Que introducirán los estímulos precisos hasta que el mercado se estabilice.

Con eso se cumple el primero de los 2 requisitos que nosotros consideramos sine qua non para que las bolsas se estabilicen, primero (marzo), y luego empiecen a recuperar (abril). El cierre de NY fue malo, pero no dramático.

De los 2 requisitos clave para la normalización, ya se cumple 1.- El primero es la credibilidad sobre la dimensión “infinita” de las medidas. Sucederá de forma parecida a cuando Draghi dijo aquello del “whatever it takes” en verano de 2012 porque la clave es siempre la confianza. El segundo requisito para que el mercado se reconduzca de manera fiable es que el flujo de noticias sobre el virus mejore. Esto no tardará. Como es ahora cuando EE.UU. está adoptando medidas duras contra el contagio (California y NY el viernes pasado), las bolsas aún sufrirán un poco más. Pero seguramente poco más por la razón que exponemos a continuación.

Insistimos en la idea de que probablemente las caídas acumuladas ya exceden el daño real que provocará esta crisis del COVID-19.- No caigamos en la banalidad de pensar que, como hasta ahora el virus no había afectado seriamente a EE.UU. y no habían tomado medidas preventivas, la bolsa americana no descuenta casi nada del impacto. Y que ahora viene lo peor. El mercado siempre anticipa. Lo bueno y lo malo. Independientemente de cuándo reaccionen los gobiernos. La mejor prueba de que Wall St. ya ha recogido el daño (o casi todo el daño) que ocasionará el virus en la economía americana es que el DJI-30 retrocede en 2020 aprox. -30% y el EuroStoxx-50 -32%. No hay casi diferencia porque el mercado descuenta desde el principio que el daño es global, independientemente de cuándo llegue el virus o cuándo reaccionen los gobiernos. La cuestión realmente clave es saber si el daño que ocasionará el virus es superior a ese 30% de pérdida de valor de las bolsas. Nosotros creemos que probablemente sea inferior si elevamos la perspectiva. Ni los PIBs de los países ni las compañías (buenas) valen un 30% menos, aunque obviamente sí valen menos. ¿Cuánto menos? Veamos. Los PIBs 2020 europeos podrían contraerse hasta -1%/-2% en el escenario más severo y el americano expandirse solo en el entorno de +1%... para después rebotar en 2021, claro. ¡Pero eso no es un 30% menos...! El impacto en el frente corporativo será algo más duro porque las revisiones a la baja de beneficios y la frecuente cancelación o reducción de dividendos será más profunda. Pero también transitoria. No podemos estimar la pérdida de valor de las compañías sólo por la revisión de sus cifras de 2020. Hay que elevar la perspectiva un poco. Aún es pronto para hacer estimaciones fiables, pero el sentido común dice que ese 30% de pérdida de valor de las bolsas ya recoge - y probablemente incluso algo en exceso - la pérdida de valor de economías y compañías. Y cuando el mercado reconozca esto deberemos estar presentes (es decir, invertidos) y no ausentes (desinvertidos). Concedamos algo más de tiempo a los acontecimientos, que las cosas que realmente importan no se mueven al ritmo de un tweet.

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