No hay vida más allá de los fondos

Si los vehículos de inversión tradicionales más conservadores han dejado de tener el más mínimo atractivo (ver mi anterior artículo “Depósitos al 0%), en estos últimos meses, además, estamos asistiendo a un importante aumento en el riesgo de pérdida de la mayoría del resto de activos tradicionales (bolsa, divisas, materias primas, bonos corporativos y emergentes, etc.).  Todo ello provocado por las dudas sobre el futuro económico del mundo desarrollado que junto a otros factores de tipo geopolítico o, incluso, en estos últimos días, la extensión del ébola, están inyectando una alta volatilidad a los mercados.

 

¿Son, por tanto, en este momento los fondos una buena alternativa de inversión?  No sólo estimo que es una buena alternativa, sino la única. Con una coyuntura de mercados marcada por los fuertes altibajos, la gestión activa y la posibilidad de invertir en cualquier activo de cualquier parte del mundo se antojan fundamentales, no solo para la consecución de rentabilidad sino, a su vez, para la protección del patrimonio invertido.

 

Son, por tanto, aquellos fondos de inversión con universo de inversión amplio y que han demostrado su capacidad de adaptarse a las cambiantes condiciones de mercado, la apuesta recomendada en la actual coyuntura.

 

Afirmaba en mi anterior artículo “En busca del 4%”, que una combinación óptima de este tipo de fondos puede reducir al mínimo el riesgo de pérdida y conseguir un rendimiento interesante. A pesar del comportamiento errático de los mercados, una combinación de fondos como Carmignac Patrimonie, M&G Optimal Income y Templeton Global Total Return, por nombrar tres de los fondos más utilizados en nuestro país, han proporcionado en los últimos tres meses un rendimiento superior al 2% (por encima del 5% en lo que va de año), sin presentar pérdidas en periodos más allá de una semana, lo que demuestra que la gestión especializada aporta rentabilidad positiva incluso en coyunturas complicadas como la actual.