Morgan Stanley WM: "Una economía caliente puede ser motivo de precaución"

Porque "un mayor crecimiento puede no generar mayores beneficios empresariales"

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"Una economía caliente puede ser motivo de precaución" para los inversores, porque "un mayor crecimiento económico puede no generar mayores beneficios empresariales" de los previstos por el consenso.

Es el aviso que lanza Lisa Shalett, directora de inversiones y gestión patrimonial en Morgan Stanley Wealth Management. Esta gestora recuerda que el S&P 500 ha completado su mejor primer trimestre desde 2019 y el "undécimo más fuerte desde 1950", después de una fuerte ganancia de dos dígitos en el trimestre anterior.

Los inversores en acciones siguen siendo muy optimistas en sus perspectivas para el año. Muchos comenzaron el año esperando un 'aterrizaje suave' para la economía estadounidense que traería un enfriamiento del crecimiento económico y la inflación, con hasta siete recortes de las tasas de interés de la Reserva Federal, explica Shaleet.

Pero, desde entonces, sus expectativas se han desplazado hacia un escenario todavía más alcista de 'no aterrizaje', en el que una economía caliente impulsa las ganancias corporativas e impulsa las acciones al alza, incluso si eso significa una inflación rígida y menos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal.

De hecho, después de un comienzo desigual de 2024, los datos económicos recientes parecen más sólidos de lo esperado, afirma esta experta. Por ejemplo, el Gobierno de Estados Unidos revisó su estimación de crecimiento del PIB para el cuarto trimestre de 2023 al 3,4% interanual, frente al 3,2%.

Y el ingreso interno bruto (IDB, por sus siglas en inglés), un indicador de la rentabilidad corporativa, aumentó un 4,8% año tras año, muy por encima del tibio aumento del 1,9% en el tercer trimestre de 2023.

Además, el gasto personal se revisó al alza hasta una tasa anual del 3,3%; y la encuesta manufacturera del Instituto de Gestión de Suministros (ISM) de marzo mostró una expansión por primera vez desde octubre de 2022.

En lo que respecta al mercado laboral, la economía creó 303.000 puestos de trabajo desestacionalizados en marzo, superando las expectativas de 214.000.

LAS IMPLICACIONES PARA LOS INVERSORES

¿Qué podría significar una economía más fuerte para los inversores? Si bien el mercado parece en gran medida optimista, el Comité de Inversiones Globales de Morgan Stanley cree que puede justificarse más cautela.

Porque un crecimiento más acelerado puede implicar buenas y malas noticias para los inversores. Por un lado, la confianza de los inversores en un crecimiento de dos dígitos de las ganancias corporativas (que ya es elevada) podría solidificarse ante datos mejores de lo esperado.

Actualmente, el consenso en Wall Street espera que las ganancias por acción (BPA) del S&P 500 aumentarán aproximadamente un 11% interanual, a 241 dólares en 2024, lo que implica los márgenes operativos empresariales más altos desde 2021.

Además, la amplitud de las revisiones de ganancias (es decir, (la proporción de analistas que aumentan sus estimaciones de ganancias y aquellos que las reducen) ha aumentado, mientras que las estimaciones de BPA de los analistas para el primer trimestre de 2024 han disminuido en un margen menor que el promedio, señala Shalett.

En negativo, un fuerte crecimiento económico puede tener un efecto contrario, al alimentar presiones inflacionarias que reduzcan las ganancias corporativas.

Por ejemplo, el índice ISM de precios pagados por los fabricantes se disparó hasta 55,8 en marzo, su nivel más alto desde julio de 2022, mientras que el índice de precios al productor (IPP) y los precios de las materias primas también subieron. "Todas estas son señales de que los costes están aumentando para muchas empresas, incluso cuando una política monetaria más estricta puede estar enfriando la demanda", argumenta esta experta.

Además, añade una economía más caliente de lo esperado podría incitar a la Reserva Federal a reconsiderar su último pronóstico de tres recortes de tipos en 2024.

Y si el ciclo de recortes de tasas del banco central se retrasa o si las tasas bajan menos de lo previsto, el aumento resultante para un entorno de tipos más prolongado podría plantear riesgos para sectores clave de la economía.

"Probablemente afectaría al gasto de los consumidores de ingresos medios y bajos, por ejemplo, y ejercería más presión sobre sectores ya vulnerables como el sector inmobiliario comercial y los bancos regionales. También hay empresas no rentables y respaldadas por capital de riesgo que carecen de efectivo, sin mencionar que el Tesoro de Estados Unidos tiene que financiar la deuda récord del país", afirma Shalett.

MOVIMIENTOS EN LAS CARTERAS

Tras este análisis, señala que "el crecimiento económico es bueno, pero la complacencia del mercado en torno a sus implicaciones no lo es". Por ello, remarca que "los inversores deben mantenerse alerta y gestionar activamente su exposición a dichos riesgos".

Por ejemplo, aconseja "reducir la exposición a acciones que dependen del gasto no esencial de los consumidores estadounidenses" y apostar por "los cíclicos industriales como los materiales, la energía y la infraestructura; empresas financieras vinculadas a los mercados de capitales; y defensivos como 'utilities' y sociedades de inversión inmobiliaria (REIT).

"También sugerimos invertir más en bonos de duración intermedia y fondos de cobertura apalancados en acciones", concluye Lisa Shalett.

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