El héroe de Óregon, Chris Mintz, tendrá que aprender a caminar otra vez
El terrorista Chris Harper-Mercer le disparó en la espalda, en el abdomen, en las manos. Mintz tiene también las piernas rotas. “No sabemos con certeza cómo se rompieron sus piernas”, admite su tía Sheila Brown.
El veterano de la armada de los Estados Unidos Chris Mintz es el héroe de esta triste historia de masacre en Óregon. Mintz intentó neutralizar al Chris Harper-Mercer, el terrorista que ha matado hasta el momento a 10 personas. Mintz, en un arrebato por impedir que ese número sea mayor, y quizá es así por su temeraria acción, recibió siete disparos en el cuerpo pero aún vive.
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El asesino y terrorista Chris Harper-Mercer llevaba consigo cuatro armas: tres pistolas y un rifle, según un testigo que habló con la CNN.
Su tía Sheila Brown confirmó a la NBC News que Mintz “intentó proteger a algunas personas”. Los médicos que atienden a Mintz temen que no vuelva a caminar nunca más. Dicen que tendrá que aprender a caminar de nuevo. El terrorista Chris Harper-Mercer le disparó en la espalda, en el abdomen, en las manos. Mintz tiene también las piernas rotas. “No sabemos con certeza cómo se rompieron sus piernas”, admite Brown.
Mintz es un deportista al que le atraen los deportes de contacto. En su época en el ejército de los Estados Unidos se unió al equipo de lucha. Mintz también ha subido a la caja, esa infraestructura de acero como jaula de pájaro en la que los deportistas de diferentes disciplinas luchan sin protección y está permitido casi todo. Mintz sirvió por 10 años en la armada estadounidense. Concluido este tiempo, decidió prepararse para entrenador personal.
Derek Bourgeois, primo de Mintz, le dijo a The Daily Mail, que Chris cargó como un toro contra el canalla de Chris Harper-Mercer. Mintz tiene un hijo que vive en Óregon. Esa es una de las razones por las que se mudó a ese estado. La mañana de la masacre en Roseburg, antes del tiroteo en la Universidad Umpqua, el padre de Mintz le recordó a su hijo que le recordara a su nieto que su abuelo le deseaba un feliz cumpleaños.
El terrorista Chris Harper-Mercer, antes de abrir fuego, le preguntaba a sus potenciales víctimas si eran cristianos o no. Si profesaban esa fe, les disparaba en la cabeza; si no, o si se mantenían callados, le apuntaba a las piernas y jalaba del gatillo. A los que admitían ser cristianos, antes de abrirles la cabeza, les decía: “Genial, entonces, como eres cristiano, verás a Dios en unos segundos”. Luego les disparaba. El asesino llevaba consigo cuatro armas: tres pistolas y un rifle, según un testigo que habló con la CNN.
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