Italia entra en recesión técnica y aumenta la presión sobre el Gobierno de Conte

En el cuarto trimestre, el crecimiento del PIB de la eurozona fue del 0,2%

Bolsamanía
Europa Press | 31 ene, 2019 16:12 - Actualizado: 18:09
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Luigi di Maio, Giuseppe Conte y Matteo SalviniGobierno de Italia

La actividad económica de Italia experimentó en el cuarto trimestre de 2018 una contracción del 0,2%, después del retroceso del 0,1% registrado en el tercer trimestre, entrando así en recesión técnica al acumular dos trimestre consecutivos en negativo.

En comparación con el último trimestre de 2017, el PIB italiano experimentó un crecimiento del 0,1%, medio punto porcentual menos que la expansión interanual registrada en el trimestre anterior. En el conjunto de 2018, la economía transalpina registró un crecimiento del PIB de Italia fue del 1% en datos ajustados estacionalmente.

El Gobierno italiano encabezado por Giuseppe Conte y controlado desde la vicepresidente por la dupla Luigi Di Maio y Matteo Salvini, ha culpado a sus predecesores socialdemócratas de los malos datos macro, a los que relevaron en el poder en junio de 2018. Según Di Maio, los datos "certifican el fracaso de toda la clase política que los italianos mandaron a hacer las maletas" en las últimas elecciones.

El primer ministro Conte dijo que las medidas que está llevando a cabo el Gobierno lograrán que la economía italiana se recupere durante la segunda mitad del año. Conte dijo que Italia se ha visto afectada por el debilitamiento económico de sus principales socios comerciales como Alemania, Estados Unidos y China.

"No me preocupa en absoluto. Incluso los analistas más ingenuos saben que en este momento hay una guerra comercial entre Estados Unidos y China. Por encima de todo, Alemania nos está frenando, es una fase de transición que depende de factores externos", dijo Conte a los periodistas.

FRENO DEL PIB DE LA EUROZONA

La economía de la zona euro creció a un ritmo anual del 1,8% en 2018, según la estimación preliminar del dato publicada por la oficina estadística europea, Eurostat, que supone una desaceleración de seis décimas respecto del año anterior y el crecimiento más débil de los países del euro desde 2014 como consecuencia de la ralentización de las cuatro grandes economías del euro.

En el cuarto trimestre, el crecimiento del PIB de la eurozona fue del 0,2%, en línea con la tasa de expansión registrada en los tres meses anteriores, mientras que en comparación con el último trimestre de 2017 el crecimiento interanual fue del 1,2%, cuatro décimas menos que en el trimestre precedente.

En el conjunto de la Unión Europea (UE), el PIB creció un 1,9% en 2018, medio punto porcentual menos que en 2017, después de que en el cuarto trimestre del año la expansión económica mantuviera un ritmo del 0,3%, igual que los tres meses anteriores, que en términos interanuales implicó un crecimiento del 1,5%, tres décimas menos que en el tercer trimestre.

"La expansión de solo el 0,2% en el último trimestre de 2018 confirma el entorno de bajo crecimiento en el que la eurozona ha entrado y del que no parece haber una salida fácil puesto que los riesgos a la baja persisten a principios de 2019", declaró Bert Colijn, economista senior de ING para la zona euro, advirtiendo de que la persistencia del bajo crecimiento indica que se trata de más que de factores temporales.

La desaceleración de la economía europea refleja el deterioro registrado en sus cuatro principales motores económicos, después de que Alemania haya estimado un crecimiento del 1,5% en 2018, su menor expansión desde 2013; Francia del 1,5%, frente al 2,3% de 2017; España del 2,5%, frente al 3% de 2017, lo que supone su menor alza desde 2014; e Italia haya confirmado su entrada en recesión en el último trimestre de 2018.

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