El crecimiento económico mundial es sincronizado. Estados Unidos acaba de aprobar una reforma fiscal que impulsará el consumo y la inversión. La zona euro está recuperando velocidad de crucero en su actividad económica y China sigue pilotando el aterrizaje suave de su economía, mientras las economías emergentes continúan con su senda ascendente.
La fiesta continúa en Wall Street, ya que los índices estadounidenses han marcado nuevos récords en la Bolsa de Nueva York y cierran una excelente primera semana de año. Como curiosidad, el S&P 500 (+0,7%) ha marcado máximos en las cuatro primeras sesiones del año, algo que no ocurría desde 1964, cuando lo hizo durante seis sesiones seguidas. Por su parte, el Dow Jones también ha avanzado un 0,88% (acumula una subida del 2,3% en esta primera semana) y el Nasdaq ha cerrado con una subida del 0,83%.
Tras un arranque de semana muy 'tibio', nada hacía prever que las bolsas europeas se fueran a animar como lo han hecho según iban avanzando los días. O sí. Porque el contundente comienzo de año en Wall Street, con máximos históricos consecutivos y el Dow Jones superando los 25.000 puntos, ha servido de acicate, sin duda, para las plazas del Viejo Continente. Las subidas han continuado este viernes y el Ibex 35 ha subido un 0,94%, hasta 10.411,40 puntos. El selectivo acumula una revalorización del 3,65% en la semana, su mejor inicio de año desde 2003 (cuando subió más del 5%) y mejor que en 2013, cuando en su primera semana (que se cerró el 4 de enero) sólo subió un 3,28%.
La deuda de hogares, empresas, bancos y gobiernos de todo el mundo sumaba al final del tercer trimestre de 2017 un total de 232,9 billones de dólares (193 billones de euros), una cifra que representa un nuevo récord tras incrementarse en 16,5 billones de dólares (13,7 billones de euros) en los nueve primeros meses del año pasado, según los datos recopilados por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF).