En esta sección ya hemos hablado de la importancia de la paciencia y la disciplina para ganar dinero en bolsa. Relacionada con la disciplina, está la determinación para ejecutar nuestro método.
No tener un método provoca que las dudas nos asalten continuamente y el miedo nos atenace. Hay muchos inversores que en momentos clave, donde el mercado les da una clara oportunidad, acaban no haciendo nada y arrepintiéndose después. Lo más peligroso es tener miedo para comprar, cuando deberíamos hacerlo y no sentirnos capaces hasta que el mercado no suba un 60% y nos haga sentir más seguros.
Muchas veces el mejor momento para comprar, es el momento donde sentimos incomodidad haciéndolo. Después de caídas, cuando hay salida de dinero de los fondos y de la renta variable en general, el mercado queda purgado y listo para una buena subida.
Confieso, que hace muchos años, cuando daba mis primeros pasos en los mercados, yo también sufría esa parálisis y esas dudas que se producen tras caídas de mercado, en las que el mal comportamiento reciente del mercado y el ruido en forma de noticias, que siempre salen para explicar detalladamente, los porqués de la caída de la bolsa.
Posteriormente pasé a con mucho esfuerzo y casi dolor de estómago ejecutar con disciplina las señales que daba mi sistema, a pesar de la negatividad que rodeaba los mercados en esos momentos de miedo o gran incertidumbre (incertidumbre existe siempre).
En la actualidad no solo no evito comprar en momentos de miedo, ni me supone un colosal esfuerzo ejecutar compras como antaño, sino que la existencia de ese miedo generalizado, es cuando mi sistema de compras para largo plazo, está más activo.
Posteriormente las cosas suelen mejorar, las noticias ya no son tan malas. Los inversores comienzan a preguntarme si hay que comprar muchos valores, que nadie quería unos meses atrás. Y durante ese período es cuando toca no hacer nada. Mantener pacientemente mientras los valores no den señal de compra.
En resumen, la negatividad en su día me perjudicó como inversor, pero en la actualidad lo considero un aliado, ya que son los momentos de miedo, donde soy más activo ejecutando oportunidades de inversión,siguiendo mi metodología. Obviamente el miedo solo no es suficiente, pero suele ser el momento donde un mayor número de activos forman suelos y me generan señales de compra. A este cambio de mentalidad y no solo a mi metodología, le debo las ganancias acumuladas desde las caídas de diciembre.
