MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

Una nueva terapia de estimulación nerviosa para aumentar el flujo sanguíneo podría ayudar a los pacientes con el tipo más común de accidente cerebrovascular hasta 24 horas después de su aparición, según una investigación dirigida por un científico de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos).

Su estudio en 1.000 personas y 73 centros médicos de 18 países ha evidenciado que la técnica, llamada estimulación de grupos de células nerviosas activas, redujo el grado de discapacidad de los pacientes tres meses después de haber sufrido un accidente cerebrovascular isquémico cortical agudo, que afecta la superficie del cerebro.

"Creemos que esto representa el advenimiento de un tratamiento completamente nuevo para los pacientes de accidente cerebrovascular isquémico agudo", explica Jeffrey Saver, Jeffrey Saver, director del Centro Integral de Accidentes Cerebrovasculares de UCLA y coinvestigador principal del trabajo, que se ha publicado en la revista 'The Lancet'.

A diferencia de las dos terapias actualmente aprobadas para el accidente cerebrovascular agudo, que abren las arterias bloqueadas disolviendo o eliminando un coágulo, este nuevo enfoque aplica estimulación eléctrica a las células nerviosas detrás de la nariz, aumentando el flujo sanguíneo en el cerebro al dilatar las arterias no dañadas y evitar el bloqueo para tratar la región amenazada del cerebro.

En estudios anteriores para entender el mecanismo por el cual funcionaría el tratamiento, los científicos encontraron que la estimulación del grupo de células nerviosas no solo aumenta el flujo sanguíneo, sino que también preserva la barrera hematoencefálica, que previene la inflamación cerebral. También mejoró la capacidad de las neuronas para compensar las lesiones y formar nuevas conexiones.

En un subconjunto de 520 personas que tenían déficits mayores y lesiones confirmadas en la corteza cerebral, el 40 por ciento de los que no recibieron la estimulación tuvieron resultados favorables, frente al 50 por ciento de los que sí recibieron la estimulación. Aunque esos resultados no alcanzaron la significación estadística, cuando los datos se combinan con hallazgos similares de un ensayo anterior, las estadísticas acumulativas indican que el tratamiento es efectivo cuando se administra de ocho a 24 horas después del inicio de un accidente cerebrovascular isquémico agudo cortical.

El tratamiento utiliza un pequeño electrodo neuroestimulador que se implanta temporalmente a través del paladar. Durante el estudio, el electrodo estimuló activamente el grupo de células nerviosas cuatro horas al día durante cinco días consecutivos. El ensayo ha demostrado que este nuevo tratamiento de estimulación puede ser seguro y efectivo para las personas que no son elegibles para los medicamentos disolventes de coágulos. Los estudios futuros determinarán la efectividad de la nueva terapia cuando se utilice con medicamentos disolventes de coágulos y dispositivos de recuperación de coágulos.

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