- Venderá productos procedentes de la región para ganar fidelidad
Se acabaron las largas colas en los establecimientos de Mercadona en la frontera de Cantabria. El gigante de la distribución valenciano desembarca en el País Vasco con la inauguración de su primera tienda en Vitoria. El grupo prevé inaugurar 25 nuevos establecimientos en los próximos seis años. Además, ha comprometido con el gobierno vasco una inyección de 150 millones de euros para adquirir productos a proveedores de la región.
“Buscamos el modelo mancha de aceite”, explican fuentes de Mercadona. La compañía, que nació en la Comunidad Valenciana en 1977, ha tardado casi cuatro décadas en llegar al País Vasco donde en el primer día se su nueva tienda de Vitoria las estanterías se quedaron vacías.
Ese modelo de “mancha de aceite” se refiere a la expansión lenta pero segura: “Crecemos con nuestros propios recursos y nuestras propias tiendas”, recuerdan desde la compañía. Aunque el grupo tenía presencia en otras regiones más alejadas de su núcleo central, lo cierto es que cerca del País Vasco carecía de una plataforma logística lo suficientemente potente como para dar respuesta a sus necesidades. Precisamente, en el mes de julio la compañía anunció la adquisición de 150.000 metros cuadrados cerca de Vitoria para establecer un nuevo bloque logístico.
INTERPROVEEDORES VASCOS
El funcionamiento de Mercadona en País Vasco será idéntico al resto de España: precios más ajustados gracias a los acuerdos con proveedores que suministran productos en exclusiva. “Tenemos acuerdos ya en el País Vasco con las lonjas para el pescado o con compañías para nuestros productos lácteos y sopas. Ahora tendremos más contratos con proveedores de la zona porque hemos firmado un acuerdo con el Gobierno que compromete anualmente 150 millones de euros a la inversión en compañías vascas”, explican desde Mercadona.
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LA COMPETENCIA CON EROSKI
El grupo Eroski, que pertenece a la corporación Mondragón, no pasa por sus mejores momentos, al igual que su matriz. La llegada de Mercadona podría suponer una nueva estocada a las maltrechas cuentas de la cadena de distribución vasca. “Nuestra relación con todos los competidores es cordial, luchamos por los clientes, pero tenemos buena relación”, explican desde Mercadona.
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