El socialdemócrata, Stefan Löfven, ha derrotado en las elecciones de Suecia al actual primer ministro, el conservador, Fredrik Reinfeldt. Lofven devuelve el poder a la izquierda, pero tendrá complicado formar un gobierno fuerte por el incremento de escaños de la formación de extrema derecha y porque el bloque de izquierdas es muy diverso.

Löfven dirige la socialdemocracia, el partido de Olof Palme, que ha gobernado Suecia desde los 30 - con algunos episodios de gobiernos conservadores como los de los últimos ocho años- y al que se atribuye la creación del “bienestar sueco”.

Los conservadores han gobernado los últimos cuatro años bajo la coalición “la alianza”, con el partido liberal, el cristianodemócrata y el partido de centro; y los socialdemócratas acuden a estas elecciones en coalición con los verdes y el partido de izquierdas, los antiguos comunistas.

Leer aquí Suecia busca su equilibrio.

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