• Las fuerzas de seguridad subrayan la lentitud de los procesos
  • Los atacantes de Charlie Hebdo recibieron formación militar
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La Policía Nacional ha denunciado la elevada cantidad de obstáculos que se encuentra por parte de los tribunales a la hora de conseguir la autorización para realizar escuchas telefónicas a posibles yihadistas sospechosos de haber combatido en los conflictos de Siria e Irak, en muchas ocasiones en filas del Estado Islámico, y que podrían convertirse en potenciales autores de ataques terroristas como el que tuvo lugar este miércoles contra el semanario francés Charlie Hebdo.

NO ACTÚAN COMO TERRORISTAS DE ETA

En este sentido, los cuerpos de seguridad han señalado, según declaraciones recogidas por Vozpópuli, que los jueces están intentando seguir los pasos que se han dado en las últimas décadas para perseguir a los terroristas de ETA sin entender que “los yihadistas actúan de una forma diferente” y que están realizando “más de una veintena de investigaciones” sin poder contar con las escuchas telefónicas.

La Policía ha puesto énfasis en que la falta de rapidez a la hora de conseguir las autorizaciones judiciales limite el margen de actuación de las fuerzas del orden, algo que han considerado de vital importancia para que los esfuerzos de vigilancia a combatientes islamistas se realicen de la mejor manera posible.

Así, los diferentes cuerpos de policía europeos han mostrado su preocupación por esta nueva clase de terrorista, que regresa a Europa después de haber recibido formación militar y, en muchos casos, después de haber entrado en combate y saber ya lo que es matar a una persona. Este último detalles e aprecia muy bien en la actitud de los terroristas franceses que asaltaron la sede de Charlie Hebdo.

LA FRIALDAD DEL ESTADO ISLÁMICO

Estos yihadistas, acorralados por la Policía, demostraron la frialdad de la que hacen gala los combatientes del Estado Islámico, cada vez más presentes en España. Para evitar estos incidentes, diferentes fuentes policiales han señalado que lo mejor es intervenir antes de que los potenciales terroristas se desplacen a Oriente Próximo.

Hace varias semanas, la tensión entre Policía y jueces llego a su máximo nivel, después de que el magistrado Santiago Pedraz anulara más de 20 escuchas telefónicas relacionadas con la investigación a una red islamista que enviaba a mujeres a territorio controlado por el Estado Islámico. La decisión se Pedraz se produjo después de una publicación en la prensa, aunque al final, la investigación se saldó con éxito y la trama fue desarticulada.

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