Cuando los responsables de la formación política que dirige Pablo Iglesias lanzan sus propuestas económicas, son muchas las voces que desacreditan sus teorías de manera tajante. Su economista de referencia, Nacho Álvarez (Madrid, 1977), se defiende de las críticas con algo así como un golpe bajo y en base a la censura: “Por la misma razón (críticas de los economistas) por la que gran parte de los economistas españoles no imaginaban la posibilidad de una crisis antes de que esta sucediese. El fundamentalismo neoliberal se ha adueñado de buena parte de la reflexión económica en este país, negando un debate honesto y plural sobre las distintas alternativas económicas”.

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En declaraciones a El Mundo, este profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Valladolid y coautor del libro "Fracturas y crisis en Europa", recuerda que el gasto público en España se sitúa en el 44% del PIB, frente al 50% de media en Europa, por lo que encuentra margen para más apoyo estatal, y aboga por una reforma fiscal progresiva basada en impuestos directos, porque se consideran más justos.

Lea aquí el programa económico de Podemos.

En el mismo periódico, además de la entrevista a Álvarez, un artículo que se cuestiona si Podemos es una burbuja, Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Bangor University e investigador de Funcas, considera que “España necesita cambios radicales pero el problema de estas propuestas es que crean mayor destrucción y desigualdad a largo plazo”.

PODEMOS COMO ALTERNATIVA DE GOBIERNO ECONÓMICO

Álvarez desde Podemos, sin embargo, mantiene las ideas de Podemos, como la de una quita de la deuda: “Será muy complicado que España, igual que otras economías periféricas, salga de la crisis sin una reestructuración de la deuda que conduzca a quitas”. Refuta Alberto Montero Soler, profesor de Economía Política de la Universidad de Málaga, en base a las ideas de otro economista, José Caslos Díez: “El programa de Podemos plantea tan sólo el impago de la deuda pública considerada como ilegítima tras una auditoría ciudadana (sobre lo cual es cierto que podrían existir discrepancias que habría que dilucidar en el proceso); sin embargo, para la mayor parte de la deuda pública, lo que plantea Podemos es su reestructuración. Una medida que se plantea de la misma manera que lo hacen autores de esa izquierda responsable como, por ejemplo, José Carlos Díez”.

Podemos no plantea el impago total de la deuda

En concreto, Montero se refiere a las tesis de Díez en su libro “Hay vida después de la crisis”, en el que indica que “Los deudores son responsables por sobreendeudarse y los acreedores por financiarles cuando las dinámicas son insostenibles (...) si los acreedores no son razonables, el impago de la deuda es inevitable. Para no aceptar la realidad de la insostenibilidad de la deuda y la reestructuración, se apela al miedo y se crean escenarios apocalípticos”.

Podemos también baraja la posibilidad de nacionalizar Banca y Energía: “Hay sectores estratégicos para el desarrollo económico de un país y para el bienestar social que deben estar controlados por el Estado. Esto no necesariamente quiere decir que dichos sectores tengan que ser nacionalizados, aunque no debe descartarse tampoco dicha posibilidad (...) Defendemos una banca pública, gestionada públicamente, controlada socialmente y con criterios técnicos y profesionales, en donde la rentabilidad no sea la única variable a maximizar”.

Podemos también es una alternativa de gobierno económico. Y, si no, al tiempo

“Podemos también es una alternativa de gobierno económico. Y, si no, al tiempo”, afirma también tajante Alberto Montero. En su blog de publico.es, este economista defiende por ejemplo la idea de Podemos de que una empresa que obtiene beneficios no pueda despedir: “Los empresarios no deben asumir que el trabajo puede ser tratado como un coste variable más para la empresa -como las materias primas, por ejemplo-, sino que el trabajo en una sociedad asalariada es esencialmente una relación social y la única fuente de renta para la mayor parte de la población y, por lo tanto, debe ser protegido por el Estado (no ha sido otro, desde sus orígenes, el sentido del Derecho del Trabajo). En consecuencia, apostar por esta medida supone estimular mecanismos alternativos de adaptación a las condiciones de la demanda por parte de las empresas, como el reparto de trabajo o de rentas, que tan buenos resultados ha tenido en otros espacios mucho más competitivos económicamente como, por ejemplo, Alemania”.

CRÍTICAS A SU INSOSTENIBILIDAD

Jesús Fernández-Villaverde, catedrático de Economía de la Universidad de Pensilvania: “Las ideas que iban en el programa son un bombón de cianuro: una capa de chocolate para que sepa bien al morderlo y veneno en el interior. Todos los puntos suenan bien para la gente que desconoce cómo responden los agentes a los incentivos y las restricciones presupuestarias y que se apunta al 'buenismo' español”.

Ignacio Zubiri, catedrático de la Universidad del País Vasco: “No es un problema ideológico. No es porque seamos casta, es que el ser humano funciona por incentivos, y el programa de Podemos, con la renta obligatoria, el salario máximo o las nacionalizaciones, acaba con los incentivos y con los mecanismos de fijación de precios. Su propuesta no es compatible con la economía de mercado”.

Eugenio Recio, profesor de Esade: “En su programa hay algunas ideas razonables, con las que estaría de acuerdo, cosas puntuales, pero las mezclan con trampas. Globalmente es insostenible. Es apelar a la bondad del ser humano de forma engañosa”.

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