• No parece probable que Tsipras quiera que esta situación se produzca
  • Es difícil que la reunión del Eurogrupo de este miércoles llegue a alguna conclusión importante
Tormenta_Grecia_Leve

Tres nombres propios centrarán este miércoles la atención en los mercados. En el plano empresarial, sin duda alguna hablaremos de Aena, en la que será la primera salida a bolsa de 2015. La compañía se estrena a las 12 horas a un precio de 58 euros por acción, que para algunos analistas puede considerarse caro. En el plano macro, por su parte, esteremos muy pendientes de Minsk, para ver si finalmente (aunque las perspectivas son pesimistas), Angela Merkel y François Hollande consiguen que los presidentes de Rusia y Ucrania lleguen a una solución diplomática. Además, no perderemos de vista al Eurogrupo extraordinario en el que se busca alcanzar una solución sobre la situación en Grecia. Como ocurre con Ucrania, no se prevén grandes conclusiones de esta reunión.

Y SI LA SITUACIÓN DE GRECIA SE "ENQUISTA", ¿QUÉ PASARÍA SI SALIERA DEL EURO?

Mucho se está especulando en los últimos tiempos con la opción de que Grecia, ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con el resto de Europa, se vea "obligada" a abandonar el euro. Parece que las partes implicadas en esta tensa situación no quieren que esto ocurra pero, también es cierto, que no consiguen llegar a un punto medio que equilibre las demandas de unos y otros.

"El hipotético abandono del euro por parte de Grecia afectaría dramáticamente al manejo de la economía del país y su acceso a la financiación internacional", ha declarado a Bolsamanía Javier Flores, responsable del servicio de estudios y análisis de ASINVER.

Lea también: En directo | Grecia negocia su deuda con Europa y define el futuro de la Troika y la zona euro

El hipotético abandono del euro por parte de Grecia afectaría "dramáticamente" al manejo de la economía del país y su acceso a la financiación internacional

"Si tenemos en cuenta que desaparecería el paraguas protector de la Eurozona y que ya actualmente Grecia tiene cerrado el mercado y su deuda degradada, el empeoramiento de la situación tras la salida sería drástico, con un incremento de su prima de riesgo que podría estimarse por encima de los 2.000 puntos básicos", explica Flores.

Lea también: El reloj corre para Atenas: el nerviosismo se apodera de unas bolsas atentas al Eurogrupo

Lea también: El Euro/Dólar, a merced de Varoufakis y Schäuble: si hay acuerdo se estrangularan las posiciones cortas

Señala este experto que la primera decisión a tomar por Grecia sería mantener la deuda actual denominada en euros o bien reconvertirla unilateralmente al dracma. "Esto último equivale, como no puede ser de otro modo, a efectos tanto de legalidad internacional como prácticos de mercado, a llevar a cabo un impago o reestructuración unilateral de la deuda. Una situación que ningún estado desea en tanto que, salvo abundancia de recursos naturales, pasa a convertirse en un apestado internacional que se enfrentaría al cierre total y absoluto del mercado de capitales". Esto, continúan explicando desde ASINVER, es precisamente lo contrario de lo que el nuevo gobierno intenta, por lo que no parece la decisión más probable, dado que el aumento del coste de financiación (actualmente relativamente razonable) hasta lo insostenible se contagiaría también a las empresas griegas, las cuales deberían soportar además el coste de la deuda contraída en euros con bancos y proveedores extranjeros.

El empeoramiento de la situación tras la salida de Grecia del Euro sería drástico

Parece claro, por otra parte, que un movimiento unilateral de este tipo cerraría no solamente la puerta a la posibilidad de recursos a la Unión Europea, sino que tampoco cabría la petición de rescate e intervención por parte del Fondo Monetario Internacional dado el precedente.

Descartada, por lo tanto, la posibilidad de un impago unilateral, el gobierno griego podría optar por llevar a cabo políticas de fuerte ajuste interno para tratar de repagar dicha deuda y lograr ingresos mediante un recorte drástico de gasto y la generación de ingresos procedentes del comercio exterior y recuperar, con los años, el acceso a los mercados de capital. "Algo, no solamente difícil de casar con el discurso político del actual gobierno sino que, debido a la necesidad de potenciar la exportación y atraer capital exterior, de manera adicional a los recortes, cabría esperar una devaluación masiva, inflación galopante, desabastecimiento y brecha social desapareciendo la clase media, en un escenario similar al de república post soviética, con cifras de pobreza mayores si cabe a las actuales", precisa Javier Flores. Además, la dificultad de las empresas griegas para hacer frente a sus compromisos exteriores llevaría a muchas a la quiebra o su traslado, siendo Chipre la jurisdicción inmediatamente más beneficiada de dicha situación, que experimentaría un impulso inversor como consecuencia de la renovada crisis griega.

Cabría esperar una devaluación masiva, inflación galopante, desabastecimiento y brecha social desapareciendo la clase media

Lea también: ¿La primera privatización de Tsipras? Grecia venderá un 67% del puerto del Pireo

Por lo tanto, el euro pasaría a ser una divisa extranjera y el Banco Central de Grecia emitiría moneda propia, devaluada en el entorno del 75%. Ante la previsible decisión de convertir todos los depósitos denominados en euros a la nueva moneda, cuyo primer efecto sería el de situación de pánico entre la población que se precipitaría a retirar sus ahorros del sistema bancario griego, con el fin de evitar la quiebra del mismo (algo muy probable), el gobierno establecería fuertes restricciones al libre movimiento de capitales. "En esa situación, los ciudadanos harían lo más inteligente dadas las circunstancias: retirar todo el dinero en efectivo posible, electrónicamente o en una maleta, y llevarlo a buen recaudo a un país próximo (nuevamente Chipre aparece como receptor probable de ese capital), sorteando los previsibles controles fronterizos, al menos durante un periodo de transición, operando en una economía paralela en la cual el euro circularía y sería cambiado en el mercado negro y aceptado en las transacciones diarias, tal y como sucedía en la Argentina del corralito".

De otro lado, aunque es posible seguir siendo miembro de pleno derecho de la Unión Europea sin asumir la moneda única, las medidas del gobierno forzarían muy probablemente el incumplimiento de los Tratados de Maastricht, el Tratado de Lisboa y el Tratado de Roma, comenzando por la restricción de la libre circulación de personas y de capitales. Las medidas del gobierno griego tras la salida del euro darían lugar, muy posiblemente, a una violación clara y sin ambigüedades de la Constitución europea, con lo que ello implica, incluso abriendo la posibilidad a la salida o expulsión del club. "Estaríamos ante una crisis efectivamente de dimensión política estructural en Europa", precisa Flores.

Lea también: La salida de Grecia del euro causará un desplome del Euro/Dólar hasta los 0,90, ¿y la Fed y el BCE?

Parece clara la idea de que, con el tiempo, una moneda devaluada permitiría impulsar las exportaciones mediante la ventaja competitiva que ello representa, pero no se tiene en cuenta que el resto de la Unión Europea constituye actualmente el principal socio comercial de Grecia, por lo que parece muy plausible que la Euro Zona impusiera un arancel a las importaciones griegas en similar cuantía a la devaluación de su moneda, lo que hundiría las exportaciones griegas y provocaría la huida de sus empresas a otras jurisdicciones comunitarias. La salida del euro llevaría, en un primer momento, a caídas en el comercio exterior superiores al 50%, deprimiendo todavía más la situación económica.

Parece muy plausible que la Euro Zona impusiera un arancel a las importaciones griegas

"Atendiendo a las cifras anteriores, en un ejercicio de simulación en el que se considere un escenario de salida unilateral sin conflicto civil o bélico (situaciones que, si bien no representan el escenario central, en modo alguno habría que descartar) podemos estar seguros de que el coste estrictamente económico de la salida sería superior a las cuantías impagadas de las actuales líneas de rescate", señala este experto de ASINVER.

Dicho lo cual, tampoco los socios comunitarios saldrían indemnes y parece claro que el escenario de una hipotética salida de Grecia del euro no conviene a ninguno de los jugadores. Y, "aunque la dialéctica parece radical e irreconciliable, no resulta razonable pensar ni que el gobierno griego pretenda provocar tal situación en su sociedad ni que Alexis Txipras vaya a tirar por la borda de ese modo su carrera política para perder el poder a los pocos meses en una situación de caos económico", concluye Flores.

Lee además:

Schäuble niega que haya un nuevo acuerdo: "Si Grecia no cumple lo pactado no habrá más dinero"

contador