- Un cambio en la presidencia del Gobierno le abriría las puertas a negociar
- Pablo Iglesias está dispuesto a celebrar un referéndum en Cataluña si llega a La Moncloa
El próximo 27 de septiembre Cataluña se enfrenta a una de las citas con las urnas más importantes de su historia, ya que estos comicios, que muchos han tildado con su discurso de plebiscitarios, serán determinantes a la hora de decidir el futuro de Cataluña y su vinculación con el resto de España.
De hecho, en las últimas semanas se han disparado las especulaciones sobre qué ocurrirá en el caso de que la lista independentista Junts pel Sí, en la que el actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, ocupa el cuarto puesto, obtuviera más de un 50% de los votos.
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LAS OPCIONES DE MAS EN CATALUÑA
Más de una voz ha coincidido a la hora de indicar que en tal caso, el mandatario proclamaría la independencia de Cataluña. ¿Pero cuál es la estrategia del dirigente de CDC? ¿Podría no declarar la independencia para jugar otras cartas?
El propio Artur Mas sabe que la secesión sería algo parecido a un suicidio
El propio Mas sabe que la secesión sería algo parecido a un suicidio, por lo que descartaría esa posibilidad para evitar convertirse en un nuevo Lluís Companys, el líder catalán que fue ejecutado tras proclamar la estéril independencia de una Cataluña que más de 80 años después sigue formando parte de España.
Por este motivo la jugada del dirigente de CDC es bien distinta. Mas estaría dispuesto a esperar sin hacer nada a que lleguen las elecciones generales, que seguramente se celebrarán el próximo 20 de diciembre, para confiar en que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, caiga por su propio peso. Durante este tiempo, no abriría la boca para hablar de la independencia, dejando que este papel lo asuman otros actores, como pueden ser los medios de comunicación, la sociedad civil u otros agentes de la política.
EL IMPERIO DE LA LEY
Así las cosas, Mas lograría salvar el mayor arma que tiene Rajoy para bloquear la secesión, que es el imperio de la ley, para poder esperar pacientemente a que el cambio de actores protagonistas en la política española le abran la puerta a llevar a cabo unas negociaciones que sí se podrían ajustar a la legalidad vigente, y en el caso de que no lo hicieran, acordar un cambio en el marco para ajustar esta legalidad a sus pretensiones.
Esta situación vislumbraría un nuevo escenario en el que Mas podría mover sus hilos
Esta situación vislumbraría un nuevo escenario en el que Mas podría mover sus hilos para cumplir, aunque sea, alguno de sus objetivos. La derrota del PP en las urnas le abriría la posibilidad de negociar con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, un cambio en el estatus de Cataluña e, incluso, llegar a plantear la posibilidad de establecer una doble capitalidad en España.
Mientras, si el líder socialista no consigue llegar a La Moncloa porque el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, le gana la partida, el escenario podría ser todavía más favorable para las aspiraciones de Mas, ya que el eurodiputado reconoció este mismo miércoles que estaría dispuesto a convocar un referéndum en Cataluña en caso de convertirse en presidente del Gobierno.
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