Los investigadores federales cometieron un grave error al no detener al asesino de la matanza de Charleston en Carolina del Sur, después de comprar un arma de fuego en abril porque había consumido drogas, según ha reconocido el FBI.
Dylann, acusado de disparar a nueve personas en una iglesia de Charleston en junio, intentó comprar un arma de fuego el 11 de abril, según ha reconocido James Comey, director del FBI.
La organización inició una investigación sobre los antecedentes de Dylann, pero no obtuvo un informe que mostraba que había consumido drogas.
Esto debería haberle descalificado como posible comprador un arma de fuego, como así lo impiden las normas federales. “Ojala pudiéramos volver atrás en el tiempo”, reconoce Comey.
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