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Con todo, la administración concursal considera que “la situación patrimonial no puede considerarse definitiva, ya que existen determinadas circunstancias que la podrían modificar, pudiendo verse las masas activa y pasiva incrementadas o reducidas por los siguientes acontecimientos”: el resultado de los litigios en los que está inmersa; el desenlace de los procesos de venta de las unidades productivas de IQA y Artenius España, y de las participaciones en Artenius Turkpet; la variación, al alza o a la baja, del valor asignado a los activos inmobiliarios o a las participaciones en sociedades (en especial APPEs); y, finalmente, la evolución de los activos, pasivos y relaciones contractuales que mantiene con Arlant PTA.
Recordemos que el grupo se encuentra en concurso de acreedores desde el pasado mes de junio, tras no poder alcanzar un acuerdo de refinanciación sobre un préstamo sindicado de 235 millones de euros.
La Seda de Barcelona permanece suspendida de cotización desde el 17 de junio.
S.C.