BNY Mellon recomienda bonos high yield para un 2019 "sin recesión a la vista"

Aconseja bonos especulativos a corto plazo, bolsa japonesa y mercados emergentes

  • De las elecciones midterm americanas, las grandes beneficiadas podrían ser las FAANG
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Estados UnidosEUROPA PRESS

La gestora americana BNY Mellon no ve una recesión a la vista, ni en 2019 ni tampoco en 2020. Por eso, entre las principales recomendaciones de activos para el año próximo que les está haciendo llegar a los inversores, destacan los bonos especulativos (o de alto rendimiento, en el argot financiero) a corto plazo. Es una forma de extraer aún un pico de rentabilidad y de no sufrir demasiado con las subidas de tipos.

Según Sasha Evers, director general de BNY Mellon IM para Iberia y Latinoamérica, las rentabilidades de los bonos basura han resistido y las correlaciones con los bonos estadounidenses a diez años se han mantenido bajas en entornos de subidas de tipos. De hecho, el rendimiento combinado de los bonos basura de corta duración está hoy día en niveles del 6%, muy similar al del mercado de alto rendimiento en su conjunto para todos los plazos, ya que los bonos especulativos en Europa rentan en torno a un 4% y, en Estados Unidos, en torno a un 7%.

La firma pretende exprimir “las ineficiencias que crean las propias agencias de rating”. Moody’s, Fitch o S&P otorgan una calificación crediticia para toda la curva de deuda de un emisor, con independencia del vencimiento. Pero dentro de esa curva, no todos los tramos son iguales. “Es más fácil predecir si alguien quebrará a corto plazo”, recuerda Evers, defensor de los bonos de corta duración en este contexto: “hay más flujo de caja para soportar shocks [en el caso de las empresas], así como menos riesgo de crédito y de tipos de interés”.

Sin ir más lejos, BNY Mellon es una de las gestoras que ha comprado bonos públicos italianos hasta 2020 en plena pugna de Roma con Bruselas por aprobar los presupuestos transalpinos y su senda de déficit. “En un plazo de dos años, Italia no se va a ir a la bancarrota ni va a salir de la Unión Europea”, señalaba el directivo hace pocos días.

En general, cuando suben los tipos, es porque se producen mejoras económicas en los países y, por tanto, se reducen los impagos de las empresas. Según Moody’s, la tasa de defaults anuales de la deuda de grado especulativo está en niveles históricos muy bajos, alrededor del 2%, cuando la media se sitúa cerca del 5%.

JAPÓN, ¿ESTA VEZ SÍ?

A principios de cada ejercicio, Japón siempre se muestra ante los inversores como “la eterna promesa” y, sin embargo, los resultados de su bolsa a final de año suelen reflejar la misma sensación: “siempre defrauda”. Pero esta vez podría ser diferente.

Shinzo Abe es el primer canciller que ha luchado contra la deflación que asola al país nipón desde hace años. El PIB nominal de Japón lleva 20 meses creciendo en términos interanuales, por lo que puede decirse que “las Abenomics han dado sus frutos”, en opinión de Evers. Además, el país se ha acostumbrado a la estabilidad política con Abe, el primer ministro más longevo (llegó al puesto en diciembre de 2012) desde Jun’ichiro Koizumi, que gobernó entre 2001 y 2006. Entre Koizumi y Abe, pasaron seis cancilleres a lo largo de seis años, a una media de primer ministro por año. “Políticamente, Japón era como Italia. Pero Abe ha frenado esta espiral y ha dado estabilidad y proyección”, indica la gestora americana.

Para los buscadores de gangas, el comportamiento en rebaño de los fondos globales deja una clara oportunidad de inversión en Japón. Los inversores internacionales están infraponderados en la bolsa nipona, y eso es positivo para quienes sí miran sus parqués con optimismo, porque compran más barato. En particular, a BNY Mellon le interesa más la historia doméstica en Japón que la historia de exportación. Por eso, está invirtiendo en sus fondos en pequeñas compañías niponas, más orientadas a la economía interna y a los servicios.

La tercera gran idea de inversión para 2019 de la gestora estadounidense son los mercados emergentes, tanto en renta fija como en renta variable. “Siguen creciendo, la inflación es favorable y los tipos reales resultan atractivos”, resume. Está entrando en países como Brasil o México y poniéndose corto en divisas asiáticas vulnerables a la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

REACCIONES TRAS LAS MIDTERM AMERICANAS

El mercado ha estado muy pendiente de las elecciones a medio mandato en Estados Unidos, donde se repartían el Senado y la Cámara de Representantes. El primero ha quedado en manos de los republicanos de Donald Trump y la segunda ha vuelto al lado de los demócratas. BNY Mellon prevé que la reacción del mercado a estos resultados sea un dólar menos fuerte, que se alivie la presión alcista de los bonos americanos a medio plazo y que se reduzca parcialmente el crecimiento del país.

De este escenario podrían beneficiarse las FAANG. “Con menos crecimiento, se comportarían mejor aún, porque los inversores pagan la prima de crecimiento de los sectores growth que ya son fuertes de por sí”, como le ocurre a Facebook, Amazon, Apple, Netflix o Alphabet-Google, apunta Evers.

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