Diaphanum cumple su segundo aniversario. La firma independiente de banca privada está a punto de cerrar el 2018 con más de 1.000 millones de euros bajo gestión y ya se marca nuevas metas para 2019: alcanzar los 1.400 millones, con aspiración a 1.500 millones, y lanzar una fintech.
A cierre de septiembre, la entidad presidida por Rafael Gascó tenía 925 millones bajo gestión, ya muy próxima a su primer hito patrimonial. Durante todo este año, su base de clientes se habría más que duplicado, desde los 400 hasta los 900 inversores, aproximadamente.
Otro de los objetivos de la banca privada es lanzar una solución fintech para acercar sus servicios de gestión patrimonial allí donde no llegan sus asesores. Pero esta solución no va por la línea de los roboadvisors. Así lo descartó el propio Gascó en una presentación para periodistas. Según fuentes próximas a la firma, se trata de una fintech para dar continuidad a lo que ya hacen pero de forma deslocalizada, aprovechando las nuevas tecnologías para evitar la presencia física.
Por ahora, dispone de un equipo de 37 profesionales y oficinas en Madrid, Alicante y Bilbao, aunque también tiene presencia en Murcia y Gran Canaria.
De su patrimonio actual, más del 50% está invertido en bolsa. Por servicios, un 66% corresponde a asesoramiento, un 28% a gestión discrecional y el 6% restante está en ejecución. Bajo el marco MiFID II, directiva a la que la entidad ya nació preadaptada en su fundación en octubre de 2016, el servicio de asesoramiento que da Diaphanum es independiente.
NO AL COBRO DUAL
El cliente tiene que pagar de forma explícita por el asesoramiento que recibe, y Diaphanum renuncia a las retrocesiones de las gestoras que recomienda. Según su presidente, este modelo de cobro seguirá intacto, y la firma no pondrá ningún pie en el modelo de cobro dual, como sí han hecho otras entidades, donde se permite tanto el cobro implícito (con retrocesiones de las gestoras) como el cobro explícito (con facturas a los clientes). “Los modelos mixtos pueden confundir al cliente”, asegura Gascó.
Gracias al cobro explícito, “somos independientes respecto del nivel de riesgo del cliente”, asegura Hugo Aramburu, socio y responsable de la firma en Madrid. “Cobramos lo mismo esté la cartera del cliente en tesorería o en renta variable, y no es injusto porque tan buena decisión de inversión es no invertir como invertir todo o solo una parte”, argumenta.
EL FUTURO DE LA BANCA PRIVADA INDEPENDIENTE
Diaphanum está también mejorando en su cuenta de resultados. En 2017, cerró con una pérdida neta superior al millón de euros. En 2018, también tiene pérdidas netas, pero de poco más de 345.000 euros, por lo que ha mejorado en un 66% su resultado neto.
Con MiFID II vigente desde el pasado enero, sus preocupaciones patrimoniales son las menos. Consideran sus directivos que para soportar la estructura de costes y, además, ganar dinero con este nuevo contexto, son necesarios 400 o 500 millones en activos como mínimo. Por ahora, duplican esa cifra.
De acuerdo a las estimaciones de Diaphanum, las entidades independientes de asesoramiento financiero tienen potencial para acaparar entre 40.000 y 50.000 millones del mercado de banca privada y banca personal en España, en torno a un 5%, un negocio muy lucrativo que en su conjunto asciende a unos 900.000 millones, según diversas consultoras.
