Hoy comienza el Oktoberfest, fiesta iniciada en Múnich en 1810 y que ya se celebra por medio mundo. Con motivo de su inicio, Newton, gestora de fondos del grupo BNY Mellon, ha querido analizar el sector cervecero y dar al respecto su recomendación de inversión… que a algunos les puede sorprender.
El consumo de cerveza en el mundo se está estancando. Su volumen crece, pero se ha desacelerado, según el estudio de Newton. El mercado de la cerveza está altamente concentrado, ya que las cinco principales cerveceras producen el 50% de los volúmenes mundiales y controlan el 65% de las ganancias de la industria.
Una recuperación en los mercados emergentes, donde el consumo per cápita de cerveza es todavía relativamente bajo, debería llevar a la industria cervecera de nuevo al crecimiento, pero “persisten vientos en contra de un mayor volumen estructural, particularmente en los mercados desarrollados”, apunta la gestora de BNY Mellon. En muchos mercados desarrollados, la demografía es menos favorable, el consumo per cápita es maduro y “las generaciones más jóvenes de consumidores beben menos alcohol que sus padres y abuelos”. Sin embargo, no todo es pesimismo en los mercados desarrollados.
En el consumo moderno de cerveza, se está produciendo un viraje hacia los modelos premium. Si bien el crecimiento del volumen se ha estancado, “los consumidores aspiran a beber mejor”, afirma Paul Flood, gestor de Newton, comerciándose cervezas artesanales más caras, cervezas con bajo contenido de alcohol o sin alcohol y bebidas de malta con sabor. Y esta tendencia es extensible tanto a los mercados desarrollados como a los emergentes. Prueba de ello es que se estén lanzando cada vez más marcas globales de mayor coste.
¿CERVEZA O BEBIDAS ESPIRITUOSAS?
Newton cree que siguen existiendo interesantes oportunidades de inversión en cerveza, pero… prefiere introducir en sus fondos las bebidas espirituosas. Son cuatro las razones que le llevan a tomar esta decisión.
A diferencia de la cerveza, el mercado de licores permanece relativamente fragmentado a pesar de una consolidación significativa en las últimas décadas. Además, “los espirituosos ofrecen un mayor crecimiento potencial con mejor calidad”, a juicio de Flood. Por otra parte, los volúmenes de bebidas espirituosas están creciendo tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes y, particularmente, en lo que respecta a estos segundos, el consumo per cápita relativamente más bajo de espirituosos internacionales en mercados emergentes significa que “el camino para el crecimiento de la industria tanto en volumen como en valor es más largo”.
Por eso, la gestora de BNY Mellon se decanta por invertir en Diageo, el líder mundial en bebidas espirituosas. “Está bien posicionada para estas tendencias con su amplia exposición geográfica, de productos y de puntos de precio”, donde se supone que la demanda se mantiene relativamente alta.
