El martes se cumplió una semana desde que Asuntos Internos detuviera a Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, más conocido como el “pequeño Nicolás”, que ahora se encuentra recluido en su casa familiar “abrumado” por la repercusión de su caso, según explican sus abogados a 'El País'.
Fran, como le conocían en los círculos empresariales y políticos, está acusado de falsedad, suplantación de identidad y estafa. Sin embargo, el empresario al que supuestamente estafó, señala el rotativo, y en la que se basaba la operación policial en un principio, no se plantea denunciarle. Por lo que, de momento, no hay acusación particular.
Sus abogados, del bufete Sunkel y Paz, señalan que el joven “insiste en que tiene esos contactos. A la policía incluso le describió instalaciones del CNI con todo detalle. Además, nadie se cuela en la coronación del Rey”, según recoge El País.
Por otra parte, muchas de las personas que hicieron negocios y trataron con él apoyan sus declaraciones: “Tenía cualquier dato que le pidieras, hacía llamadas para comprobar matrículas”, señala uno de los implicados.
No encajan tampoco en la versión de que el “pequeño Nicolás” era solo un suplantador ni la exclusiva universidad privada a la que asistía; ni los coches de alta gama que utilizaba; ni tampoco el chalé de El Viso en el que estaba empadronado, propiedad de Kyril de Bulgaria. Así como el hecho de que el pasado mes de agosto viajará escoltado a Lugo y acompañado, según ha publicado El Mundo, por dos policías municipales, uno de los cuales es escolta de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
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