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Thyssenkrup ha anunciado este miércoles unas pérdidas de 182 millones de euros en el periodo que va desde julio a septiembre, en comparación con los números rojos registrados el pasado año (84 millones de euros), es decir, un 116% más.
Con todo, el grupo se ha mostrado "cautelosamente optimista" y
ha actualizado sus previsiones de cara al resto de 2018.
En lo que va de año, ha revertido sus números rojos y registra un beneficio de 8 millones
La compañía ha anunciado además unas ventas de 11.060 millones de euros, respecto a los 10.680 millones de euros registrados en el mismo periodo del año anterior. Por su parte, el Ebitda de Thyssenkrupp ascendió a los 275 millones de euros, muy por debajo de lo proyectado por el consenso de analistas: 324 millones de euros.
Thyssenkrupp ha atribuido sus resultados al efecto divisa, los altos costes de las materias primas y a los problemas operativos. En lo que va de año,
el grupo esgrime un beneficio neto de 8 millones de euros respecto a las pérdidas del año anterior, 649 millones de euros.
Respecto al plan de reestructuración del grupo, Thyssenkrupp afirma que pretende operar de manera efectiva como dos compañías para octubre del próximo año, a la espera de que esta división de sus negocios sea aprobada en la reunión general anual del grupo el próximo mes de enero. Este proceso de transición tendrá un peso en la generación de efectivo y el beneficio neto el próximo año.