• En septiembre aparecerá la figura de camarero de mesa
  • Los colores corporativos y el nuevo mobiliario dan pistas de hacia donde quiere ir McDonalds
cajita feliz mcdonalds chile

Colas, color rojo y su particular ‘M’ en amarillo, sillas de plástico y una decena de menús de hamburguesas a precios asequibles. Hasta hace poco, esa era una definición más o menos exacta de lo que era entrar a un McDonalds. Pero estos viejos clichés han ido dejando paso a otros nuevos que nada tienen que ver con los anteriores. Renovarse o morir.

McDonalds ya está probando en varios establecimientos el pedido a través de un sistema informático y no esperar en la barra. Además, la comida la ofrecerán camareros. Pero, durante los últimos años los locales han sufrido una remodelación para abandonar la etiqueta de comida rápida para querer ser un restaurante.

Precisamente, esta renovación tiene un objetivo: dejar de ser una cadena de comida rápida para pasar a ser una cadena de restauración al más clásico estilo. De hecho, la eliminación del pedido en barra o el servicio en la mesa la comida, serán algunas de las novedades que ultima la hamburguesera. Pero, ¿cuáles son principales cambios que ha perpetrado McDonalds para abandonar la etiqueta de ‘fast food’?

1. Adiós a pedir en barra. Subir el cuello hasta mirar el panel de los menús es uno de los pasos que toda persona que ha entrado en un McDonalds conoce a la perfección. Mientras se aguarda la cola, hay tiempo para pensar. Pues bien, en septiembre el pedido se hará obligatoriamente en las pantallas electrónicas que automáticamente trasladarán el pedido a cocina. La máquina imprimirá un papel con un número del pedido. Es el mismo sitema que el del autopedido para pago con tarjeta, que ahora se extenderá para todas las formas de pago. Esta idea ya se está desarrollando en algunos locales de España.

2. Camareros que servirán la comida. Adiós a recoger el pedido. Esta novedad también se encuentra en fase de pruebas y después del verano se verá en toda España. Con la idea de buscar el máximo confort y abandonar la idea de cadena de comida rápida, los azafatos de sala (así llamará McDonalds a sus camareros) dejarán en la mesa el pedido. Con el número que el sistema informático había asignado la comida, el usuario dejará el papel en la mesa y en unos minutos el personal de restauración dejará las hamburguesas listas para comer.

3. Hamburguesas artesanales, ensaladas y ¡croquetas! Es difícil no asimilar a McDonalds con una hamburguesa. La empresa norteamericana, en su intento de parecerse lo más posible a un restaurante con varias ofertas, lleva lanzando varias propuestas alejadas a las hamburguesas y más saludables. Ensaladas, hamburguesas de pollo a la plancha o ‘wraps’ de pollo son algunos de los productos que se ven últimamente en los paneles informativos. Para seguir en su lucha para abandonar el prototipo de comida rápida y poco sana, McDonalds brinda (de momento en Estados Unidos) la posibilidad de comerse una buena hamburguesa casera, realizada en el mismo restaurante. Nada de precocinados. Otra de las propuestas es poder degustar croquetas de jamón.

4. Sillas y mesas confortables. Acudir a un establecimiento de comida rápida supone sentarse, habitualmente, en sillas de plástico y mesas pequeñas. Desde 2013, McDonalds decidió darle una de las mayores vueltas de tuerca que se recuerdan en la cadena. Adiós a las sillas rojas y mesas pequeñas. Entrar ahora a un establecimiento de la empresa de hamburguesas es otra cosa. Sillas más cómodas, mesas amplias e incluso sillones. “La nueva versión de mobiliario refleja la innovación de McDonald’s en arquitectura, diseño, decoración y servicios, con el fin de ofrecer una experiencia única a todos sus clientes”, explicaban desde McDonalds en la presentación de dicha novedad.

5. Servicio a domicilio. Su principal competidora, Burger King, se lanzó su propio servicio a domicilio. McDonalds tuvo que contrarrestar a los pocos meses y unió sus fuerzas con la empresa de reparto a domicilio Deliveroo para llevar a todas las casas los pedidos. Desde hace menos de dos meses, basta con levantar el teléfono para pedir el menú que se desea para degustar la hamburguesa preferida desde el sillón de casa.

6. Cambio de color corporativo. El rojo de fondo y el amarillo. Esos dos colores iban ligados a McDonalds durante toda su historia. De hecho, la mascota Ronald, siempre iba vestida así. Pues bien, desde 2015 la firma de restauración abandonó el cálido del rojo por uno más amable como el verde. ¿La razón? Buscar un tono que resulte más cercano a la comida saludable.

7. Cafetería. A los tradicionales ‘McFlurry’ y diferentes helados, McDonalds rompió el mercado con una nueva idea. El ‘McCafé’. Tomarse un té o un café en los restaurantes es posible desde hace cuatros años. La cadena argumentaba que muchos clientes necesitaban relajarse después de comer y que gracias al nuevo mobiliario, acompañado de un buen café era una gran razón para visitar McDonalds.

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