• Los votos de las decisiones del FMI van en función de las cuotas
  • Estados Unidos tiene un 16,7% de los votos y la capacidad para bloquear decisiones importantes
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) nació después de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de establecer un marco de cooperación económica entre los países. Su papel en las crisis y la importancia de sus previsiones han sido decisivas.

Antes incluso de que terminara la Segunda Guerra Mundial pero ya pensando en evitar una tercera, la conferencia de Naciones Unidas decidió la creación del Fondo, con sede en Washington, en los históricos acuerdos de Bretton Woods. Los representantes de 44 países acordaron establecer un “marco de cooperación económica destinado a evitar que se repitieran las devaluaciones competitivas que contribuyeron a provocar la Gran Depresión de los años 30”, según explica el propio FMI.

Actualmente tiene 188 miembros, a los que “recomienda políticas que promuevan la estabilidad económica, reduzcan la vulnerabilidad a crisis económicas y financieras y mejoren los niveles de vida”.

También es importante el papel como prestamista al otorgar asistencia financiera a países en apuros, a cambio de programas de ajuste, que han resultado polémicos en casos como en la intervención en Argentina entre 1991 y 2002, que según la actual presidenta, Cristina Fernández de Kichner, tuvo mucha culpa del corralito de 2001. El FMI también ha jugado un papel central en los dos primeros programas de rescate a Grecia, y está en duda su intervención en el tercero.

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CÓMO OBTIENE EL DINERO

Estados Unidos es el máximo contribuyente del FMI. A la primera economía mundial le corresponde una cuota del 17,7% del total

La principal fuente de ingresos del Fondo para tener recursos son las cuotas de los países miembros, que van en función del peso de los estados en la economía mundial y se revisan cada cinco años como máximo. En 2010 el FMI decidió duplicar las cuotas hasta 655.000 millones de dólares ante las crecientes necesidades de la crisis financiera internacional. Falta que sea ratificado por tres quintas partes de los países miembros (el 85% de los votos). Cada vez que se amplía la cuota, los países tienen que realizar pagos adicionales. Estados Unidos es el máximo contribuyente del FMI. A la primera economía mundial le corresponde una cuota del 17,7% del total.

El mecanismo de las cuotas es el siguiente. El FMI asigna una cantidad valorada en los derechos especiales de giro (DEG), que funcionan como una especie de divisa para evitar así el efecto de los movimientos de los tipos de cambio. En realidad es una cesta de monedas formada por el dólar, el euro, la libra esterlina y el yen. China trabaja para que se incluya el yuan.

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Una vez decididas las cuotas, el país tiene que pagar el 25% en DEG y el otro 75% en su moneda. Asimismo, los países pueden comerciar entre sí con derechos especiales de giro, y de hecho esto ocurre a menudo ya que es la forma en la que se recibe financiación o se paga al FMI. Si un país tiene más DEG del que le corresponde, cobra intereses por ello, mientras que si un estado es deficitario, tiene que pagar intereses al Fondo.

Las cuotas son el elemento más importante de la institución para obtener recursos, pero no el único. El FMI tiene dos mecanismos multilaterales de crédito con los que obtener financiación de forma puntual: los Nuevos Acuerdos para la Obtención del Préstamo (NAP) y los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos (AGP). Ambos cuentan con una capacidad actual que supera el billón (millón de millones) de dólares, y han sido utilizados en varias ocasiones desde que estalló la crisis financiera. El FMI también ha obtenido financiación de forma puntual con acuerdos bilaterales de préstamos con diferentes países.

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CÓMO SE TOMAN LAS DECISIONES

Aunque hay varios organismos de gobierno en el FMI, el más importante y que “se encarga de la gestión diaria” es el Directorio Ejecutivo. Está formado por 24 miembros. Hay cinco directores que son elegidos por los países con cuotas más altas: Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y Reino Unido. Y otros 19 son escogidos por el resto de los países miembros.

“El Directorio analiza todos los aspectos de la labor del FMI, desde las evaluaciones anuales de la situación económica de los países miembros realizadas por el personal técnico del FMI hasta cuestiones de política económica que revisten importancia para la economía mundial”, explica la propia institución.

El FMI tiene dos mecanismos multilaterales de crédito con los que obtener financiación de forma puntual

En las votaciones, el número de votos se determina por las cuotas. Estados Unidos tiene un 16,7% de los votos, Japón el 6,2%, Alemania el 5,8% y Francia y Reino Unido un 4,3% en cada caso. Estos cinco países tienen el 37,36% de los votos.

Los cambios importantes como el aumento de las cuotas o una modificación del sistema de votos requiere del apoyo de una mayoría cualificada del 85% de votos, con lo que Estados Unidos puede por sí sólo empantanar cualquier toma de decisiones. De hecho, encima de la mesa hay una propuesta para democratizar los sistemas de votaciones, que Estados Unidos ha paralizado con su negativa.

La directora gerente del FMI, en este caso la francesa Christine Lagarde, es presidenta del Directorio Ejecutivo y jefa del personal técnico del FMI. El directorio decide su nombramiento para un mandato de cinco años que puede ser renovado. En este caso, el mandato de Lagarde expira en 2016.

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