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Jean-Claude Juncker y Theresa May han vuelto a verse este miércoles. El presidente de la Comisión Europea y la primera ministra británica se han reunido en Bruselas para volver a hablar del Brexit e intentar acercar posturas para que la salida de Reino Unido de la UE, cada vez más cerca, no se produzca sin acuerdo.

La 'premier' ha intentado lograr determinadas concesiones de la CE, aunque el Ejecutivo comunitario sigue manteniéndose en el acuerdo alcanzado. La reunión ha sido "constructiva", pero no se han logrado avances y ambos líderes seguirán negociando en Bruselas la semana que viene.

Todo ello mientras el calendario aprieta y cada vez está más cerca el 29 de marzo, fecha límite para que el Parlamento británico apruebe el acuerdo alcanzado con la UE y evite un Brexit desordenado.

El principal punto de desacuerdo es el llamado 'backstop', una especie de seguro que Bruselas quiso incluir en el acuerdo para evitar que se instaurase una frontera dura entre Irlanda, miembro de la UE, y la provincia británica de Irlanda del Norte. La Comisión Europea ha aceptado reabrir las negociaciones, pero ha insistido en que este punto no se va a modificar, como tampoco ningún otro del acuerdo de retirada acordado. El organismo que preside Juncker sí se ha mostrado dispuesto, no obstante, a negociar la declaración política.

Precisamente, según informa Bloomberg, ambas partes llevan días trabajando en un nuevo texto legal que permita recoger algunas de las reclamaciones británicas, aunque todavía no hay avances al respecto. Se especula con que la UE podría hacer determinadas concesiones sobre la frontera con Irlanda, aunque el problema es que a May se le está agotando el tiempo para lograr el visto bueno del Parlamento británico, necesario para evitar el Brexit duro.

La 'premier' recibe diariamente presiones de los ministros de su Gobierno y de su propio partido, y ahora también de los Laboristas, ya que este lunes siete diputados del partido de Jeremy Corbyn renunciaron a su cargo, lo que puede complicar los cálculos de la primera ministra para sacar adelante el Brexit.

Bruselas, consciente de que el tiempo corre en contra, ha repetido su oferta de retrasar la salida de Reino Unido de la UE, aunque de momento May no la ha aceptado. Como dijo el propio Juncker en una entrevista con el diario alemán Stuttgarter Zeitung, "estamos en manos de Dios".

Aunque, de momento, los equipos negociadores siguen trabajando. Margaritis Schinas, portavoz de la Comisión Europea, ha dicho este martes en rueda de prensa que esta semana "se celebrarán nuevas conversaciones para ver si se puede encontrar una vía de salida que obtenga el mayor apoyo posible en el Parlamento del Reino Unido y respete las directrices acordadas por el Consejo Europeo", recoge Reuters. "Estamos escuchando y trabajando con el gobierno del Reino Unido para ver cómo podemos lograr una retirada ordenada el 29 de marzo", ha remarcado

El secretario británico de Brexit, Stephen Barclay, también estará en Bruselas este miércoles para mantener nuevas conversaciones con el negociador del bloque comunitario, Michel Barnier. Las conversaciones se desarrollarán desde varios frentes ya que en el Gobierno de May trabajan con la hipótesis de que queda solo una semana para acercar posturas. Los próximos 26 y 27 de febrero el Parlamento británico volverá a reunirse para hablar del Brexit, y los expertos estiman que o la 'premier' lleva un acuerdo que satisfaga a la Cámara o los legisladores podrían perder la paciencia y votar para tomar el control del proceso.

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