sidney australia

La Bolsa de Sindey ha registrado en la madrugada de este miércoles las mayores alzas del mercado asiático, con un repunte del 1,25% en el índice S&P/ASX 200. Los inversores se han lanzado a comprar después de que el Gobierno australiano haya anunciado que se va a volcar en un plan de recuperación para afrontar la crisis económica derivada de la pandemia del Covid-19.

"Habiendo brindado el apoyo inicial a la crisis para amortiguar el golpe en la economía, los empleos y las familias trabajadoras, lo que estamos haciendo ahora es invertir en la fortaleza de nuestra recuperación económica en el futuro". Con estas palabras lo ha comunicado el ministro de Finanzas australiano, Mathias Cormann, en una entrevista a la CNBC.

Justo un día antes, el Ejecutivo encabezado por Scott Morrison presentó unos presupuestos en los que incluía recortes de impuestos por valor de miles de millones de dólares para las personas de ingresos medios, programas para crear e impulsar el empleo, así como incentivos fiscales temporales para que las empresas comiencen a invertir nuevamente.

Con estas medidas, se prevé que el déficit alcance el 11% del PIB para finales del año fiscal. "Sí, es un déficit considerable en el contexto australiano, pero entramos en esta crisis con una posición fiscal comparativamente más fuerte", ha remarcado Cormann. También ha querido destacar que, incluso después de que se anunciaran las medidas de apoyo fiscal, la deuda de Australia en comparación con el PIB sigue siendo sustancialmente más baja que en otras economías avanzadas.

"Somos una economía comercial, abierta y competitiva a nivel internacional y estamos brindando incentivos a través del sistema tributario de una manera que tiene un límite de tiempo para realmente desencadenar que las empresas lleven adelante cualquier decisión de inversión", ha justificado el ministro al ser preguntado por si las compañías del país darán el visto bueno a este plan.

Respecto al empleo, Australia pondrá sobre la mesa 4.000 millones de dólares durante tres años para acelerar su crecimiento. Además, el gobierno pagará a las empresas hasta 200 dólares a la semana si contratan a jóvenes australianos, cuyas perspectivas laborales se han visto afectadas por la recesión.

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