El euro ha estirado sus máximos de un mes este jueves hasta rozar los 1,20 dólares, precio no visto desde inicios de marzo. La divisa comunitaria se cambia de manos en 1,1990 dólares, en pleno retroceso del dólar al remitir la presión sobre los bonos estadounidenses y aumentar la confianza del mercado en que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos pueda cumplir su palabra y mantener sin cambios su política monetaria. Los analistas de Goldman Sachs ven indicios de que la remontada del euro se amplíe.
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"Gran parte de culpa del avance del dólar estadounidense durante la segunda mitad del primer trimestre del año habría que buscarla en la buena marcha de la economía del Tío Sam y, especialmente, en el creciente miedo a un recalentamiento de la misma que pudiera hacer que se disparase la inflación", recuerdan los expertos de IG Markets.
Esta situación provocó un aumento de la presión vendedora sobre la deuda pública de Estados Unidos con vencimientos a más largo plazo, lo que hizo elevarse inmediatamente los rendimientos ofrecidos por las obligaciones del Tesoro. "Este incremento de los tipos reales espoleó el avance del billete verde en todos sus frentes, especialmente frente a una divisa como el euro, debilitada por el torpe desarrollo de las campañas de vacunación en los países del Viejo Continente", recuerdan.
Con este panorama de fondo, los datos de IPC publicados el martes han servido para calmar las cosas en ambos frentes o al menos conseguir una tregua momentánea. Este hecho "ha permitido que el euro/dólar pudiera dar un poco más de continuidad al rebote técnico iniciado con el cambio de mes, aunque el par vuelva a encontrarse ahora en el gráfico ante una zona de resistencias que podrían dar al traste con su recuperación", subrayan los expertos de IG Markets.
Pero es precisamente la ausencia de "argumentos fundamentales necesarios" lo que hace dudar a los expertos de Goldman Sachs que las alzas "puedan sostenerse mucho más allá de los niveles actuales". Con todo, el panorama bajista de la moneda única se ha frenado claramente y ha retrocedido el pesimismo, por lo tanto, "la balanza de riesgos para las perspectivas se está desplazando al alza", subrayan.
En una nota para clientes, los expertos del banco estadounidense afirman que la moneda única "ya ha pagado su penitencia por los defectos anteriores, como los errores en la adquisición y el despliegue de las vacunas contra el coronavirus, y que hay poco que justifique nuevas pérdidas".
"El euro se depreció casi un 4% frente al dólar en el primer trimestre, ya que los mercados valoraron las subidas de tipos de la Reserva Federal y el hecho de que Europa continental sufriera una nueva oleada de infecciones por coronavirus. "En nuestra opinión, ninguno de los dos factores respalda una debilidad continuada del euro/dólar, y ahora vemos riesgos al alza para nuestra previsión de 1,21 a tres meses", afirma Zach Pandl, codirector de estrategia global de divisas de Goldman Sachs.
