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La ex mujer de Grueso destaca su labor para establecer contactos con personalidades en favor del Centro Niemeyer

OVIEDO, 20 (EUROPA PRESS)

La tercera jornada del juicio del conocido como caso Niemeyer ha arrancado con la continuación del interrogatorio por parte del fiscal a una de las cinco acusadas, Judit Pereiro, la que fuera mujer del director del Centro y también procesado Natalio Grueso. Pereiro ha explicado en su declaración que "uno de los retos más importantes que tenía era convencer a personalidades del mundo de la cultura a colaborar de manera gratuita a una región pequeña y desconocida que aun no tenía ni siquiera un edificio cultural que mostrar".

"A veces podemos hacer cosas sin esperar nada a cambio. Estoy orgullosa de esta región y de vender el nombre de Asturias. Es tal la satisfacción que me producía hacer esto que me compensa todo", ha manifestado Judit Pereiro que ha insistido en que lo que hizo "le suponía una reducción de su sueldo, pero era algo bueno para Asturias y no necesitaba que le pagasen por ello".

Ha explicado sobre la labor que desarrollaba en apoyo a la Fundación Niemeyer que "la dificultad estaba en ilusionarlos y convencerles de que viniesen", ha manifestado Judit Pereiro, que ha añadido que al final lo que se buscaba "era establecer una red de contactos". En este sentido ha puesto como ejemplo de estos frutos las visitas de Woody Allen para presentar una película o dar un concierto gratuito participando además en una campaña de promoción turística de la región.

Pereiro, para quien el Fiscal solicita dos años y medio de prisión por un delito continuado de malversación, ha vuelto a explicar el apoyo que prestaba a su entonces marido en las labores para el desarrollo del proyecto del centro Niemeyer, no sólo labores de traducción por su dominio de idiomas extranjeros sino también para establecer contactos, para justificar ante el fiscal los viajes en los que consta que estuvo y que se facturaron a la Fundación.

El fiscal ha ido preguntando viaje por viaje para pedir explicaciones a la procesada. Así por ejemplo ha indicado que se reunieron ocho veces en diferentes puntos con Woody Allen, o fue la encargada de entrevistarse varias veces con Paulho Coello en París en una ocasión o en Austria en otra, ambos dos de los colaboradores con el Centro.

"Si Paulho Coello viviese en Lugones iría a Lugones", ha llegado a ironizar la procesada ante las reiteradas preguntas del Fiscal por los numerosos viajes. Así ha relatado que también estuvo en El Cairo donde se reunió entre otros con María Pagés. "No es fácil reunirse con estas personalidades", ha indicado.

La procesada si ha querido dejar claro que ella desconocía cualquier cuestión que tuviese que ver con la facturación de dichos viajes, pero sus cuestiones privadas y personales siempre las pagaba ella. Ha reconocido que viajó en varias ocasiones con el también acusado José María Vigil, trabajador de El Corte Inglés y también con su esposa.

Junto a Judit Pereiro y a Natalio Grueso, para quien el fiscal pide once años de cárcel, se sientan en el banquillo de los acusados José María Vigil, trabajador de Viajes el Corte Inglés que se enfrenta a la pena de ocho años de prisión y el pago de 15.000 euros de multa por los delitos continuados e malversación en concurso con el continuado de falsedad y el delito de estafa; el exsecretario de la Fundación, José Luis Rebollo, que se representa en el juicio a sí mismo y para el que piden dos años y tres meses de prisión por el delito continuado societario y el pago de una multa de 7.200 euros; y el exdirector de producción, Marc Martí, que se enfrenta a la pena de 1 año y 6 meses de prisión por un delito de malversación.

Pereiro ha eludido responder a las preguntas de los letrados de la acusación particular ejercida por Foro Asturias y por la propia Fundación Niemeyer.

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