Los rebotes en el cruce no tienen a día de hoy consistencia alguna.

Independientemente del rebote como el de la sesión del viernes en el Euro/Dólar lo que es innegable es que a día de hoy el cruce sigue inmerso dentro de una impecable tendencia bajista de corto plazo, o "fase de reacción". Cada vez que parece que se va a iniciar un rebote en la sesión siguiente el cruce se vuelve a girar a la baja con fuerza y al final terminar dibujando un nuevo mínimo decreciente. Es decir, el rebote hacia la zona de los 1,3525 (potencial movimiento en pull back a la “línea clavicular”) parece cada día un poco más difícil. Lo que es evidente es que mientras los máximos y mínimos sigan siendo decrecientes nuestro objetivo de caída hacia los 1,30-1,31 está cada vez más cerca.

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