La recta final de julio/principios de agosto está siendo muy dura para la cotización del banco holandés, que ha caído a plomo. Este ha perforado el soporte que presentaba en la recta soporte que unía los mínimos del Brexit y los del pasado mes de diciembre. Lo que, rebotes aparte, le deja la puerta abierta a la posibilidad de buscar el único soporte que presenta en este momento: los mínimos del Brexit en los 8,30 euros.
El índice de la locomotora europea ha perdido ‘momentum’ (velocidad de crucero) tras perforar la recta soporte que unía los mínimos de diciembre y de junio. Lo que le ha llevado en un abrir y cerrar de ojos a las puertas del importante soporte que presenta en los mínimos de junio (11.620 puntos).
Independientemente de las correcciones que se puedan producir en el corto plazo, ya que no podemos descartar una corrección hacia el soporte de los mínimos de junio, lo que no podemos obviar ni perder de vista es que el índice de la tecnología sigue siendo impecablemente alcista en términos de medio y de largo plazo.
A pesar de las importantes subidas iniciadas a finales de junio lo cierto es que a día de hoy seguimos teniendo máximos y mínimos decrecientes, lo que quiere decir que la fase correctiva sigue ahí, intacta. Pero, con todo, el soporte a respetar lo tenemos en los 4,39 euros, los mínimos de la última caída, coincidiendo con un ajuste/retroceso del 61,8-66% de toda la subida desde los mínimos de octubre de 2016 (tras el efecto Brexit).
