El Gobierno abrió las negociaciones con EE.UU. por los aranceles del acero

Marketwire | 14 mar, 2018 00:00

El secretario de Comercio. Miguel Braun, presentó los argumentos para que la industria local quede fuera de las medidas anunciadas por Trump la semana pasada

WASHINGTON.- El Gobierno dejó abierto un "canal de diálogo" con altos funcionarios comerciales de Donald Trump y presentó, en persona, por primera vez, los argumentos para que la Argentina quede exenta de los nuevos aranceles que Estados Unidos fijó a las importaciones de acero y aluminio.

Funcionarios argentinos se reunieron ayer aquí con funcionarios de Trump y destacaron que la recepción fue "muy positiva", y quedaron a la espera de que el gobierno norteamericano termine de definir el mecanismo formal a través del cual el Gobierno solicitará la exención a las tarifas del 25% para el acero y el 10% al aluminio, que aún no está terminado.

"Somos optimistas que se abre un período en el cual vamos a poder trabajar para llegar a un resultado positivo", dijo a la prensa argentina el secretario de Comercio, Miguel Braun. "Avanzamos en que pudimos hablar con los actores claves de este proceso. Vieron la buena fe. Quedó establecido un canal de diálogo para tener la máxima posibilidad de resolución positiva de este tema", afirmó.

Braun tenía previsto en su agenda original en Washington participar solo de un foro sobre la Argentina, pero, tras la imposición de los nuevos aranceles, el Gobierno y la embajada argentina aquí buscaron aprovechar el viaje y lo transformaron en una misión comercial de último minuto.

Braun viajó acompañado por el subsecretario de Comercio Exterior, Shunko Rojas. En Washington, junto al embajador argentino, Fernando Oris de Roa, y funcionarios de la embajada se reunieron ayer, en dos encuentros separados -ambos de unos 20 minutos-, con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, y con el número dos de la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR, según sus siglas en inglés), C. J. Mahoney, y el jefe de Gabinete, Jamieson Greer.

El balance que se llevaron de ambas reuniones los funcionarios fue positivo. La decisión final depende de Trump, quien decidirá a qué países deja afuera y a cuáles no -o, por ejemplo, si aplica cuotas o nuevos aranceles-, luego de recibir recomendaciones que elaborarán el Departamento de Comercio y la USTR en los próximos días. El éxito o el fracaso de la gestión del Gobierno dependerá de factores políticos y económicos.

"Creo que depende de que podamos probar que hacemos un serio esfuerzo para preservar la seguridad de ambos países, que estamos coordinando esa relación a nivel de seguridad. Eso es número uno", dijo Oris de Roa.

Otro factor que incidirá en la decisión final, agregó el embajador, son los fundamentos y la información que brinde el Gobierno sobre los esfuerzos para evitar la triangulación de acero de otros países a Estados Unidos a través de la Argentina, un tema que el gobierno de Trump mirará de cerca, especialmente preocupado por las ventas de China.

A la par de las gestiones oficiales, el grupo Techint y Aluar, las dos principales compañías afectadas, podrán solicitar ante el gobierno estadounidense exenciones para sus productos. Techint, que tiene inversiones en Estados Unidos, facturó el año pasado unos US$220 millones por las ventas de tubos de acero sin costura de Tenaris. Aluar vendió aluminio por unos US$550 millones, según la empresa.

Braun descartó que la nueva negociación comercial ponga a prueba el vínculo bilateral porque, recordó, es una decisión de Estados Unidos "transversal" a todos los países de los que importa metales. Justificó la agresividad de las gestiones oficiales: "Nosotros jugamos todos los partidos fuerte", indicó.

LA NACIÓN (ARGENTINA)

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