Ganador de Red Compartida enfrentará grandes retos de inversión y de financiamiento

Según la consultora Telconomia, la Red Compartida Mayorista implica un despliegue muy grande de recursos, estrategias y solvencia económica para cumplir con los objetivos

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Bolsamania | 09 oct, 2015

La Red Compartida Mayorista puede ser uno de los mayores deseos de las empresas de telecomunicaciones, pero al mismo tiempo un gran reto que pondrá a prueba su capacidad financiera, logística y estratégica para poder cumplir con todos los objetivos trazados en la licitación.

El consorcio que resulte ganador en la licitación para operar la Red Compartida Mayorista tendrá en sus primeros cinco años la presión de invertir para alcanzar la cobertura contratada, encontrar esquemas que la hagan rentable en este periodo y sentar las bases para su viabilidad en el largo plazo, explica Jesús Romo, analista de Telconomía.

De acuerdo con un reporte de la firma, la revisión de la estructura del proyecto permite ver que el ganador de la licitación asumirá el "riesgo" del despliegue de la red.

"Debido a que en sus primeros años la red precisará de inversiones que permitan cumplir los indicadores de cobertura, desde el punto de vista financiero serán relevantes el acceso al crédito y la disponibilidad de recursos propios", expone.

En opinión del analista Jesús Romo, desde una perspectiva estratégica será importante que el consorcio ganador conozca el mercado y el estado de las inversiones en el país.

Las pre-bases del proceso de licitación establecen que los interesados en este proyecto tienen el reto de recibir primero una opinión favorable para participar en la licitación y después proponer una oferta de cobertura adicional a la mínima requerida que sea mejor a la de sus competidores.

Se prevé que el ganador requerirá planear la red mayorista de modo que pueda aprovechar la infraestructura de telecomunicaciones existente y generar ingresos que permitan, junto con el acceso a financiamiento, invertir en desplegar y mantener el proyecto.

De acuerdo con el documento disponible en el sitio de la SCT, la red deberá iniciar operaciones a más tardar el 31 de marzo de 2018 y la cobertura será el criterio que definiría al ganador del contrato que tendrá una vigencia de 20 años prorrogable.

En caso de un "empate" en la cobertura planteada, el gobierno definirá al ganador con base en el "guante" o "enganche" monetario ofrecido por cada participante. La red compartida aprovechará la banda de 700 MHz -el primer dividendo digital- y dos hilos de fibra óptica de la red troncal que comprenden aproximadamente 30 mil kilómetros.

La red deberá iniciar operaciones a más tardar el 31 de marzo de 2018

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SOCIOS COMERCIALES

La licitación no adjudica estos elementos directamente sino una Asociación Público Privada (APP) que los use para habilitar la red.

Más que un "socio", la licitación determina un "desarrollador" del proyecto y el gobierno mexicano mantendrá legalmente la titularidad de las concesiones del espectro y la fibra. La garantía de seriedad solicitada para los participantes es de mil 250 millones de pesos.

Las pre-bases establecen la creación del Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (Opritel) como convocante de la licitación, que junto con Telecomunicaciones de México (Telecomm), celebrarán el contrato con el ganador de la APP.

Por el uso y explotación de la banda de 700 MHz, el desarrollador pagará anualmente al Opritel los montos que el Congreso de la Unión determina en la Ley Federal de Derechos.

"Por lo tanto, aunque las bases permitan estimar un pago anual por derechos con base en tasas actuales, estas cantidades pueden cambiar durante la vida del proyecto", subraya el analista.

La garantía de seriedad solicitada para los participantes es de mil 250 millones de pesos

INFRAESTRUCTURA E INVERSIÓN

En cuanto a los recursos para inversión en la red, indica que el gobierno federal no contempla destinar parte del gasto público, por lo que los ajustes presupuestales no deberían afectar al proyecto.

Debido a que en sus primeros años la red precisará de inversiones que permitan cumplir los indicadores de cobertura, desde el punto de vista financiero serán relevantes el acceso al crédito y la disponibilidad de recursos propios, dice el analista.

“La red compartida mayorista tendrá en sus primeros cinco años la presión de invertir para alcanzar la cobertura contratada y encontrar esquemas que la hagan rentable en este periodo y sentar las bases para su viabilidad en el largo plazo”, explica Romo.

Mientras no se cumplan los requisitos mínimos de cobertura, el modelo financiero para desplegar la red no podrá tener un apalancamiento de deuda superior a 70% del total, advierte.

También señala que los recursos obtenidos por comercializar servicios como mayorista deberán solventar las inversiones necesarias y generar utilidades, de las cuales 5.0% se compartirá con el gobierno.

“Como consecuencia, expone que el ganador de la APP asume costos de desplegar, operar y mantener la red obteniendo ingresos de la provisión del servicio mayorista de telecomunicaciones”, dice el analista.

Asimismo, añade, podrá subarrendar el espectro a terceros con algunas restricciones puntualizadas en las bases relacionadas al cumplimiento de condiciones en el contrato y fenómenos de concentración y propiedad cruzada.

Pero uno de los objetivos de la red mayorista es brindar acceso a la población incluso en zonas poco rentables para los operadores comerciales.

“Para esto se contempla un cronograma de 5 años para cumplir con la cobertura ofrecida por el proyecto del ganador de la APP. Este progreso debe incluir poblaciones “mayores” y “menores”, determinadas por tener más o menos de 10 mil habitantes, respectivamente y con cifras determinadas por el INEGI”, señala.

“Los criterios mínimos de cobertura piden alcanzar en el primer año un 25% de la población y para el año 5 (2023) un 85% ”, concluye el analista.

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