Jorge Herralde teje un "patchwork de virutas editoriales" en 'Un día en la vida de un editor'

El editor de Anagrama, Jorge Herralde, ha tejido un "patchwork de virutas editoriales" en el ensayo 'Un día en la vida de un editor' (Anagrama), en cuyas páginas rememora los libros y autores que han marcado los 50 años del sello, aniversario que se festejará este 2019 con este libro como pistoletazo de salida.

En rueda de prensa este miércoles, Herralde ha destacado que el ensayo es "un viaje por el mundo de la edición, los autores, los libros y la lectura", y ha remarcado que el sello de identidad de Anagrama promueve que su lector sea cómplice de un juego, en el que éste asume entrar.

A su juicio, una de las misiones del editor es "despertar y compartir entusiasmos", y conseguir que haya lectores que confíen en el catálogo, gracias a que éste les ha dado muchas alegrías.

Esta fidelidad "es muy difícil de hacer pero muy fácil de destruir", con sólo la publicación de bestsellers o autores ganadores de ciertos premios, y ha destacado la importancia de ser fiel al propio sello, que a su vez da confianza a los autores absolutamente desconocidos, a los que los lectores dan un voto de confianza por el hecho de estar publicados por Anagrama.

El ensayo recorre desde 1969 hasta "anteayer", en lo que ha descrito como un plano secuencia popularizado por Luís Garcí Berlanga, con espacios de mucha gente hablando de muchas cosas y hablando de cosas muy diversas, que en este ensayo transcurre pero con conversaciones centradas en el mundo de la edición.

Herralde ha señalado que en sus años de historia, Anagrama ha sido la editorial más represaliada, "a mucha honra", por el postfranquismo, y también ha rememorado la época del expresidente del Gobierno José María Aznar cuando intentó abolir el precio fijo y todo el sector se levantó contra esta política que "habría sido letal".

Ha confesado que el principio de la editorial es su época favorita, con una "orgía de tendencias" como el feminismo, la contracultura y muchas opiniones diversas, y ha recordado que las siguientes tres décadas el sello se asentó y quedó en una fila muy destacada de la edición internacional.

EDITORIALES COMO CIUDADANOS

En las páginas de su ensayo menciona conflictos entre editoriales independientes, como Acantilado y Siruela, mientras que sobre los grandes grupos editoriales ha dicho que le recuerdan a Ciudadanos porque "publican según las encuestas y según lo que se vaya a poner de moda en el momento".

Preguntado por los autores que no ha podido integrar en su catálogo, ha dicho: "Para mí, en lo años 60 Borges fue un autor de cabecera, pero no estaba esperando a que Anagrama empezara a publicar para publicar sus libros", que en España salieron con Alianza.

Sobre los autores que han abandonado su sello a lo largo de estos años, ha dicho que los grandes grupos, más que construir catálogo, se lo compran y ha mencionado a Ignacio Martínez de Pisón, Enrique Vila-Matas y Paul Auster como exautores del sello: "Lo digo sin rencor, casi".

Ha señalado que estos episodios "son incidentes que pasan en tiempos de mercado desatado y es casi milagroso que en Anagrama haya pasado tan pocas veces".

Con todo, ha dicho que la marcha de autores siempre depende de las maneras, y ha citado el caso John Banville, que estaba hundido, lo rescató Anagrama cuando estaba abandonado por todos sus editores --menos el italiano-- pensando en volver a dar clases, hasta que ganó el premio Booker.

"Tuvo una gran oferta de un gran grupo y me escribió una carta, que lo sentía, pero que era cuestión de supervivencia. Hay ofertas tipo 'El Padrino' que no se pueden rechazar", ha dicho el editor, que ha agregado es en estos momentos las maneras cuentan, aunque ha lamentado que las maneras son más bien escasas.

Ha definido como sellos distintos de Anagrama su política de autor, así como su atención a los autores latinoamericanos, y ha dicho que es necesario sentirse realmente editor: "Era el único oficio posible en el mundo para mí".

"CATÁLOGO INMENSO"

La directora editorial, Silvia Sesé, ha destacado que el ensayo transmite el ritmo salvaje al que el editor ha dedicado todas las horas de su vida y ha explicado que está dividido en una primera parte de artículos, entrevistas y pequeños textos que dan cuenta de su trayectoria editorial desde 1969 hasta el 2000.

Una segunda parte contiene los discursos, entrevistas y agradecimientos de los numerosos premios que Herralde ha recogido, y una tercera está integrada por "artículos inéditos escritos para la ocasión".

"Es el contraste y el equilibrio entre lo que el llama el armador de catálogo y el constructor de un imperio", ha descrito Sesé, que también ha destacado la presencia de un Herralde observador, testigo de las convulsiones y cambios del proceso editorial.

Para celebrar este aniversario, Anagrama publicará una colección de 50 títulos emblemáticos para la editorial --con una selección realizada con libreros--; el 26 de septiembre celebrará una de las "famosas" fiestas Anagrama, y lanzará el premio Crónica en honor a Sergio González Rodríguez, que se fallará en Guadalajara (México) a finales de noviembre.