Dos años eternos. La operación Zyncro -por la cual cede el 43% de su capital a un grupo de inversores mexicanos no identificados- ha sido probablemente un camino lleno de rosas y espinas para sus promotores, encabezados por el directivo del Barça Didac Lee, CEO del Grupo Inspirit (familia Carulla) y asesor de Banco Sabadell (Bstartup) o Sage España, junto Lluís Font, CEO de Zyncro, “la referencia de redes corporativas en habla hispana”.
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El propio Font ha querido contar su experiencia personal y subrayar los porqués de su salida de uno de los proyectos más nombrados en la escena ‘startup’ de Barcelona, que aglutinaba a una multitud de inversores financieros como Cabiedes & Partners, Caixa Capital Risc (La Caixa), Active Venture Partners (Amérigo Telefónica), Aniol (familia Garrigós)… Quizá demasiados para ponerse de acuerdo a la hora de ceder la mayoría del capital a un inversor externo.
“El proceso de venta de Zyncro ha sido, sin ningún genero de duda, el más complicado de mi vida. La operación se inició en noviembre de 2012 y no se ha materializado hasta ahora. Han sido dos años complicados como directivo, donde muchas veces me he encontrado que la parte compradora y la vendedora tenían visiones muy diferentes del rumbo que querían llevar la compañía. No es una crítica, es muy normal que un inversor que vende sea más conservador y uno que compra apueste más”, puntualiza Font en un post publicado en Pulse de Linkedin.
Font, embarcado en la ‘startup’ Captio -participada por Bankinter-, incide en un mensaje positivo para los emprendedores y en la capacidad para lanzar un proyecto global desde una ciudad como Barcelona (cuya valoración ha pasado de 1 a 30 millones de euros en cinco años) y se deshace en agradecimientos para algunos de los inversores que respaldaron Zyncro, aunque deja también la puerta abierta a algún tirón de orejas por cómo se ha terminado desarrollando una larguísima operación de 24 meses de tiras y aflojas entre los distintos socios.