Es una estrategia arriesgada. Tanto que ha metido a la compañía en visibles pérdidas en el último trimestre. Jeff Bezos, consejero delegado, fundador y principal accionista de Amazon, ha puesto toda la carne en el asador para acelerar el crecimiento de la empresa antes de que salga a bolsa su competidor chino Alibaba.
En el último trimestre (abril-junio), Amazon perdió 127 millones de dólares, 18 veces más que en el mismo periodo de 2013. La cifra duplica las previsiones de los analistas y ha sembrado de pesimismo a sus inversiones. Las acciones de Amazon caen un 10% en reacción a sus resultados y pierden el equivalente a 16.000 millones de dólares de valor en bolsa.
Las pérdidas se deben a la rebaja de precios y la venta a pérdida de muchos de sus productos, debido a la fuerte competencia en el sector de Internet. También se debe a que la empresa está invirtiendo mucho dinero en centros logísticos y al lanzamiento de próximo producto estrella, el Fire Phone, con el que pretende derrocar a Apple y Samsung en el terreno de los ‘smartphones. Su salida al mercado se produce, precisamente, hoy en EEUU en alianza con la operadora AT&T.
Por el contrario, el gigante tecnológico se ha puesto a otro nivel en términos de ventas. Los ingresos de Amazon se dispararon en el trimestre un 23%, hasta 19.340 millones. La velocidad con la que la tecnológica está creciendo es brutal. Desde 2007 y con una crisis financiera histórica de por medio, Amazon ha pasado de facturar trimestralmente poco más de 3.000 millones de dólares a rozar los 20.000 millones.