El coronavirus le está pasando al Ibex 35 una factura de más del 9% en el año y la gran mayoría de fondos que invierten en la bolsa española tiene unos resultados desastrosos, con pérdidas que rozan hasta el 16%, según Morningstar. En medio de esta crisis, solo cuatro fondos de acciones españolas están aguantando el tipo, aunque varios de ellos ya están agotando el colchón que habían generado en los dos primeros meses.
El fondo de renta variable ibérica que más sube en el año es el EDM International Spanish Equity (en su clase I), gestionado por Ricardo Vidal y Alberto Fayos de Passos. Se revaloriza un 11,2% -el único por encima de los dos dígitos- y sus principales posiciones son Grifols, CAF, Inditex, Grupo Catalana Occidente y Repsol. El fondo de la gestora catalana, ahora propiedad de Mutua Madrileña, se ha identificado en reiteradas ocasiones con el estilo de inversión ‘GARP’ (crecimiento a un precio razonable), a caballo entre el ‘growth’ y el ‘value’.
También en verde están el GVC Gaesco Bolsalíder (P), de Xavier Cebrián, y el Santalucía Ibérico Acciones (D), de Mikel Navarro, Beltrán Palazuelo y Antonio Manzano, con rentabilidades acumuladas en el año del 7,4% y del 5,4%, respectivamente. En el primero, destacan las acciones de Telefónica, BBVA, Talgo, Acerinox y Dia, mientras que los valores que más pesan en el segundo son Talgo, Prosegur Cash, Técnicas Reunidas, Sonae y Alantra Partners.
Con menos margen aguanta el PBP Bolsa España, en sus dos clases, la Cartera y la A, con subidas del 1,4% y del 1,2%. Este fondo, con posiciones fuertes en Telefónica, Iberdrola, Inditex, Grifols y Santander, es heredado de Popular Banca Privada y desde hace pocos días lo gestiona Santander Asset Management, paso previo por Santander Private Banking Gestión. Este mismo camino lo han hecho otra docena de fondos del antiguo banco privado del Popular, integrado en el grupo cántabro como su matriz.
HABRÁ RECESIÓN Y EL BCE BAJARÁ LOS TIPOS
La expansión del coronavirus no se frena y está arrastrando a la economía, a las bolsas y a las empresas. En este sentido, la Fed estadounidense anunció ayer por sorpresa un recorte de los tipos de interés oficiales de 50 puntos básicos, del 1,75% al 1,25%, y grandes gestoras como Schroders prevén que el BCE hará lo mismo, aunque no inminentemente. Según Irene Lauro, economista de Schroders, el organismo que dirige Christine Lagarde bajará los tipos del -0,5% al -0,8% “antes de finales de año”.
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Uno de los expertos más pesimistas es Ariel Bezalel, responsable de estrategia del área de renta fija de Jupiter: “Habrá una recesión económica antes de que el ‘dinero del helicóptero’ venga al rescate”.
El paso que ha dado la Fed para mitigar los efectos económicos del coronavirus “debería proporcionar cierta comodidad a los mercados, impulsar a las personas con préstamos y ayudar a mantener la confianza”, según James McCann, economista sénior global de Aberdeen Standard Investments. Sin embargo, no es la panacea. “Recortar los tipos en una situación como la actual es una herramienta bastante contundente y, realmente, sería deseable que se combinara con la intervención de los gobiernos. Actuando ahora, la Fed se arriesga a dar a los gobiernos todas las excusas que necesitan para no tomar medidas”, se teme McCann.
