Diez consejos de inversión para el segundo semestre de 2022

Lombard Odier aconseja apostar por el valor y la calidad en renta variable

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Hace seis meses, la economía mundial se recuperaba de la pandemia gracias al importante ahorro de los consumidores, a la enorme demanda y a la "normalización" de las políticas fiscales y monetarias.

Pero en el primer semestre del año se han producido algunos choques inesperados como la guerra en Ucrania, la inflación persistente, los cierres por Covid-19 en China, la volatilidad política y la inestabilidad social, que han complicado la recuperación y han hundido las bolsas mundiales, según indican desde la gestora Lombard Odier.

Así, los bancos centrales han iniciado el mayor ciclo de subidas de tipos de interés en casi tres décadas, lo que aumenta el riesgo de que el crecimiento mundial decaiga más rápido de lo que pueda bajar la inflación, y la Reserva Federal no tiene más remedio que combatir la inflación con mayores costes de endeudamiento.

A medida que los tipos suben, el crecimiento se ralentiza, la confianza del consumidor disminuye y es probable una recesión de corta duración en 2023, a lo que se suma la escasez de alimentos básicos, que amenaza con provocar hambre masiva y malestar social, con importantes consecuencias para el mundo. Las consecuencias de la guerra de Ucrania se notarán durante años, y las perspectivas para muchas economías emergentes son especialmente difíciles.

Frente al desafiante contexto actual, desde Lombard Odier han realizado 10 recomendaciones a la hora de invertir el segundo semestre del año:

1. Mantener la calidad de las carteras: ante la complejidad del entorno actual, es recomendable centrarse en la calidad en todas las clases de activos y favorecer las inversiones con una fuerte generación de flujos de caja y un bajo apalancamiento a medida que aumenta el coste del capital, así como apoyarse en herramientas para proteger los rendimientos de la cartera.

2. Presión al alza de los diferenciales de crédito, preferencia por el grado de inversión: la perspectiva cautelosa inicial en 2022 para la renta fija poco a poco se ha vuelto más constructiva a medida que los tipos de interés suben y aumentan los diferenciales del crédito corporativo. Los rendimientos del crédito global con grado de inversión están en sus niveles más altos en más de una década y crear posiciones en este segmento es buena opción. A medida que aumenta el riesgo de recesión, también lo hace el riesgo de impago de las empresas más endeudadas. En este contexto, los inversores deberían mantener la cautela en los créditos de alto rendimiento.

3. Apostar por valor y la calidad en renta variable: las valoraciones de las acciones mundiales han disminuido en consonancia con el aumento de los costes de capital, mientras que los beneficios han seguido creciendo con fuerza. Cualquier decepción en los beneficios o subida de los tipos reales amenaza las perspectivas. La rentabilidad, la fuerte generación de flujo de caja, el bajo endeudamiento y las necesidades de liquidez, los márgenes altos y estables, son algunos de los elementos que se deben de considerar en la renta variable. Así, los valores relacionados con energía, servicios financieros, industriales, materiales, mineros y los sectores defensivos de salud y servicios públicos son interesantes.

4. Construir carteras de valores diversificadas: las estrategias con opciones, como los diferenciales de venta sobre los índices de renta variable de EE.UU y Europa, pueden ofrecer a la cartera cierta protección frente a nuevas caídas. Así, tiene sentido mantenerse neutral en los mercados de renta variable. Si los bancos centrales consiguen endurecer la política sin desencadenar una recesión, los mercados deberían repuntar gradualmente a partir de ahora dado el grado de revalorización que ya se ha producido. Si, por el contrario, caen en recesión, no se pueden descartar nuevas pérdidas.

5. Favorecer la renta variable china frente a una exposición más amplia de los mercados emergentes: la renta variable china supone un extraño punto fuerte para los mercados, algo importante a tener en cuenta. A principios de año, su rendimiento fue inferior al de otros mercados emergentes y las valoraciones cayeron. Ahora la situación ha mejorado. El banco central de China está recortando los tipos de interés, las medidas reguladoras parece que están disminuyendo, los problemas causados por la Covid-19 se están recuperando, los niveles de endeudamiento del mercado inmobiliario están mejorando y el gobierno está trabajando para estabilizar la economía de cara a su Congreso a finales de este año.

6. Invertir en una cesta diversificada de materias primas: como herramienta para combatir los efectos de la alta inflación en las carteras, seguimos favoreciendo la exposición a una cesta diversificada de materias primas. A diferencia de los últimos 20 años, los mercados de materias primas están ahora más impulsados por la oferta, lo que significa que los precios podrían mantenerse incluso si la demanda se reduce. Las materias primas se han visto afectadas por las interrupciones de la oferta tras la guerra de Ucrania, lo que ha disparado el precio en la mayoría. En concreto, son interesantes los metales industriales, que siguen beneficiándose de las inversiones de los gobiernos en el desarrollo por proyectos de infraestructuras, y la transición económica hacia la descarbonización de las fuentes de energía, una tendencia que se mantiene desde hace varios años. La reapertura de la economía china también debería respaldar la demanda desde el punto de vista táctico. Así, infraponderar el oro es buena opción, ya que se ve empujado por el aumento de la inflación, la incertidumbre de los mercados, la subida de los tipos y la fortaleza del dólar.

7. El posicionamiento del dólar estadounidense: Es probable que la divisa estadounidense se mantenga fuerte durante el segundo semestre de 2022 a medida que los tipos de interés aumenten. El dólar debería mantenerse respaldado por las incertidumbres y la previsión de los mercados de un endurecimiento de las condiciones monetarias. Históricamente, el dólar ha demostrado ser una cobertura contra los riesgos de estanflación. Una exposición larga al dólar debería ofrecer un colchón en las carteras, y esperamos que el euro-dólar alcance el 1,02 para finales de 2022, a medida que la liquidez se reduzca y el crecimiento se ralentice a nivel mundial.

8. Importancia de las estrategias tácticas y activas de las carteras: el endurecimiento de las condiciones financieras, la inestabilidad política y el riesgo de un error en la política monetaria hacen que la volatilidad de los mercados persista. Por ello la gestión activa es muy importante. Esto exige un conjunto más amplio de herramientas de inversión para combatir las posibles amenazas a la rentabilidad de una cartera, incluyendo alternativas como los fondos de cobertura, estrategias de crédito convexo y enfoque en la sostenibilidad. Como siempre, la disciplina táctica sigue siendo clave, ya que las asignaciones de activos deben adaptarse rápidamente para reflejar la rápida evolución de las condiciones y oportunidades del mercado.

9. El sector inmobiliario europeo como amortiguador de la inflación: las inversiones directas en inmuebles residenciales europeos ofrecen otra herramienta para reducir la volatilidad de la cartera y combatir el impacto de la inflación. Además, la exposición a esta clase de activos puede proporcionar un flujo regular de ingresos, y el sector logístico en particular es escaso, por lo que ofrece rendimientos interesantes.

10. La sostenibilidad, que continuará impulsando las oportunidades de cartera: la mayoría de las empresas enfocadas en la sostenibilidad, que ofrecen soluciones de ingeniería a largo plazo y un crecimiento de los beneficios, se vieron afectadas por el aumento del coste del capital. Tras la guerra de Ucrania, la transición energética se acelerará, en lugar de ralentizarse. Los gobiernos europeos invertirán en fuentes de energía alternativas y, en consecuencia, es altamente probable que las empresas de energías renovables registren beneficios positivos. La volatilidad actual ofrece una oportunidad de posicionar las carteras para beneficiarse de la transición hacia la descarbonización en los próximos años. Dicho de otro modo, la sostenibilidad sigue siendo la mayor oportunidad de inversión de nuestra generación.

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