Por qué tiene sentido invertir entre un 10% y un 30% en inmobiliario o capital riesgo

Los expertos recomiendan activos alternativos, pero advierten sobre el retorno absoluto y el mal timing para el capital riesgo

  • En A&G Banca Privada, 700 millones de sus más de 10.000 millones son alternativos sin liquidez diaria
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Los activos alternativos son aquellos que no cotizan en bolsa y son menos líquidos que los activos tradicionales como acciones o bonos. A pesar de su menor popularidad entre los inversores, los asesores financieros recomiendan que, con los tipos actuales, hasta un tercio de la cartera de los clientes debería estar en estos activos.

Así lo creen en A&G Banca Privada. La firma independiente de asesoramiento para grandes patrimonios, presidida por Alberto Rodríguez-Fraile, ha realizado un desayuno informativo en el que ha explicado las bondades y los contras de los activos alternativos, entre los que están el inmobiliario, el capital riesgo, los hedge funds o las infraestructuras.

Según Diego Fernández Elices, director general de Inversiones, todos los clientes de A&G tienen en sus carteras entre un 10% y un 30% de alternativos ilíquidos. En total, de los más de 10.000 millones de euros en activos que gestiona esta banca privada, un 7% (unos 700 millones) son alternativos de este tipo, de los que se excluyen las distintas clases de fondos de retorno absoluto en formato tradicional (UCITS, según la normativa europea).

En 2017, se marcó un récord internacional, ya que entre 921 fondos alternativos a nivel global levantaron 453.000 millones de dólares, la mayor cantidad de capital levantado en un año.

Para el gestor de A&G, “los alternativos son un sustituto de la renta fija”, por su componente de preservación de capital, su baja correlación con el mercado y las rentas periódicas que algunos generan, como los alquileres del inmobiliario, pero no hay que olvidar que “también hay alternativos que sirven para dar vida a la cartera como opción a la renta variable”, en especial los que se pueden apalancar. Además, para Fernández Elices, con alternativos como el capital riesgo o el venture capital se vuelve al origen de lo que fue la bolsa, financiar la economía real.

Se puede invertir en ellos de forma directa, a través de fondos de fondos o mediante fondos de secundario (fondos que compran participaciones a otros fondos, con la cartera ya hecha y con descuento). Con la subida prevista de tipos de interés por parte del BCE en 2019, cobran más sentido que nunca. El alza de los tipos acarreará pérdidas en la renta fija y también influirá en posibles caídas en la renta variable. Los alternativos pueden ayudar a que una parte de la cartera esté al margen de esta probable situación, gracias a que capturan la prima de iliquidez del mercado (al no cotizar diariamente) y, a la vez, se descorrelacionan del mismo.

EL RETORNO ABSOLUTO Y EL CAPITAL RIESGO, EN REVISIÓN

Los fondos de retorno absoluto, los cuales intentan conseguir rentabilidades positivas siempre independientemente de lo que haga el mercado, son la espina que tienen clavada los gestores. En el 2018, estos fondos se mueven entre el -1% y el +1%. “No han pagado lo suficiente con el mercado tal como está, bajando”, pero aun así “estamos dispuestos a tenerlos por si llega la gran corrección”, asegura.

El director general de Inversiones de A&G también pone bajo la lupa a los fondos de capital riesgo. “Las inversiones de los dos o tres últimos años saldrán peor que las de hace diez años. El capital riesgo tiene mucha liquidez para invertir y el tiempo corre, y ahora estamos en la parte alta del ciclo, con mucha probabilidad de equivocación y asignar mal los recursos”, alerta.

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