"Aún es pronto para confiar en una recuperación sostenida de los bonos"

En Bankinter destacan que la renta fija convive con el tono 'hawkish' de los bancos centrales

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La renta fija está llamada a ser la protagonista de 2023. A pesar del tono 'hawkish' utilizado por los bancos centrales y sus mensajes de que las subidas de tipos van a continuar, la rentabilidad de los bonos de referencia se aleja de los máximos alcanzados en 2022. No obstante, desde Bankinter prefieren ser cautos y "no asumir riesgos innecesarios" antes de confiar en una recuperación sostenida de la renta fija.

La Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) se encuentran inmersos en un endurecimiento monetario que, según los analistas, finalizará este año. Sin embargo, desde ambos organismos tratan de frenar la euforia de los inversores con discursos que apuntan a que los tipos seguirán subiendo.

Desde la Fed, Mary Daly, presidenta de la Fed de San Francisco, Raphael Bostic, presidente de la Fed de Atlanta o James Bullard, presidente de la Reserva Federal de San Luis, han abogado por subir las tasas por encima del 5% y mantenerlas durante algún tiempo.

En el caso del BCE, Isabel Schnabel o Philip Lane, miembros de la Junta Ejecutiva del banco central, también ha avisado de que será necesario seguir subiendo "significativamente" los tipos de interés porque "la inflación no bajará sola".

En este escenario, los analistas de Bankinter destacan que "los bonos conviven con el tono hawkish/duro de los bancos centrales", aunque sostienen que los datos macro, principalmente los datos de IPC y de empleo, "pesan más en la toma de decisiones".

Con todo, antes de 'lanzar las campanas al vuelo' y confiar en una recuperación de los bonos, desde la entidad prefieren mostrar prudencia y "no asumir riesgos innecesarios". Por ello, identifican tres fases que serán clave en el avance de la renta fija.

En la primera de ellas, la inflación comienza a moderarse y la TIR parece atractiva. "Es un buen comienzo, porque la inflación es el principal enemigo de los bonos, pero aún quedan muchos peldaños por subir", indican desde Bankinter, porque la bajada del IPC refleja principalmente la caída de los precios de la energía.

En la fase dos, las subidas de los tipos de interés llevadas a cabo por los bancos centrales empiezan a tener efecto y la inflación subyacente muestra signos de mejora. "Este es probablemente el momento más adecuado para incrementar el riesgo de las carteras, pero aún faltan varios meses", señalan los expertos, que apuntan a mayo como el mes en el que esto suceda.

En la tercera fase, las perspectivas de inflación a largo plazo se van aproximando al objetivo del 2% marcado por los bancos centrales, que dan por finalizado el ciclo alcista en los tipos de interés. En Bankinter prevén que esto puede producirse en junio de 2023. "En esta fase, las curvas ganan pendiente (bajada de TIR en los tramos cortos)", puntualizan.

Sin embargo, los analistas del banco apuntan que anticipar un cambio de rumbo en las políticas monetarias antes de tiempo puede suponer un riesgo. "La inflación remite y empieza la reconstrucción del mercado, pero aún es pronto para cantar victoria, por eso no asumimos riesgos innecesarios", añaden.

BONOS CORPORATIVOS EUROPEOS

Los bonos corporativos son una buena alternativa para los inversores que buscan rentabilidad. A nivel europeo, "la capacidad de resiliencia de las empresas es elevada, con un ratio deuda/Ebitda bajo y con una cobertura de intereses alta, y aunque todo apunta hacia un deterioro de las métricas durante los próximos meses, la probabilidad de default/impago a 1/2 años es reducida y la rentabilidad/TIR es atractiva desde un punto de vista histórico", valoran en Bankinter.

Por sectores, los bancos y los defensivos son los preferidos por los analistas. En el caso de las entidades, destacan especialmente las más expuestas al negocio minorista. "La banca comercial es la principal beneficiada del aumento en los tipos de interés y las ratios de capital superan las exigencias regulatorias", aseveran.

Otro sector a tener en cuenta es el defensivo, con flujos de caja estables como salud y consumo básico y/o negocios con contratos de gestión a largo plazo, como infraestructuras.

BONOS CORPORATIVOS EEUU

En Estados Unidos, los bonos corporativos no son ajenos a la compleja realidad macroeconómica que vive el país. Su bajo crecimiento, una inflación que, aunque se está moderando, todavía se encuentra muy por encima del objetivo de la Fed, y el endurecimiento monetario, han dado lugar a un deterioro económico que se está dejando sentir en todos los sectores.

A pesar de ello, los fundamentales de las empresas de primera línea (IG) son sólidos y la capacidad de maniobra para mantener el rating es elevada.

En este sentido, en Bankinter explican que los spreads de crédito IG anticipan una tasa de impago/default superior a la media histórica y que las valoraciones son atractivas en términos relativos frente a los bonos del Tesoro y MBS/titulizaciones hipotecarias.

"Como referencia, la TIR media de los bonos americanos AAA (máxima calidad) con vencimiento a 2 años ronda 4,5% y alcanza 6,0% en las entidades con rating BBB", concluyen los analistas.

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