¿Ha pasado lo peor en las bolsas tras las fuertes caídas de Wall Street y el fuerte rebote desde los mínimos de mayo? Nadie lo sabe con seguridad, pero las manos fuertes están analizando varios factores para calibrar qué puede pasar en el mercado de cara a los próximos meses.
En primer lugar, el rebote de Wall Street tiene un componente técnico importante, ya que el S&P 500 llegó a tocar hace unas jornadas el importante soporte de 3.800 puntos, que supone un ajuste del 38,2% de Fibonacci desde los mínimos de la pandemia en marzo de 2020 hasta el máximo histórico de principios de año.
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¿Comprar acciones tecnológicas tras su desplome? Esto aconseja Goldman SachsPor tanto, se trata de un soporte mayor de mercado que explica el rebote del S&P 500, en una situación de pesimismo extremo y elevada sobreventa. A partir de aquí, habrá que ver hasta donde se alarga el rebote, por lo que el comportamiento del mes de junio será muy ilustrativo para saber si el índice vuelve a buscar los mínimos de 3.800 o, si por el contrario, se estabiliza en niveles más elevados.
¿HA TOCADO TECHO LA INFLACIÓN?
Otro factor muy importante es la inflación en Estados Unidos, que se encuentra en máximos de 40 años y ha obligado a la Reserva Federal (Fed) a endurecer su política monetaria de manera agresiva, lo que ha dejado huérfano de estímulos a un mercado demasiado acostumbrado a su apoyo. Aunque los últimos datos publicados indican que podemos haber visto un techo en la subida de los precios.
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Michael Burry alerta sobre un crash en las bolsas: "Es como ver un accidente de avión"En este sentido, Vincent Chaigneau, jefe de Análisis de Generali Investments, comenta que "los temores a la inflación y a la subida de tipos de la Fed parecen haber tocado techo", lo que se refleja en el buen comportamiento de la bolsa americana y en la bajada en los rendimientos de los bonos.
"La forma de pensar de los inversores está cambiando, ya que sus temores a la inflación han superado su punto álgido, pero la preocupación por la recesión se mantiene a fuego lento", añade este experto. Según este estratega, "las expectativas de subida de tipos de la Fed están retrocediendo", lo que "está ayudando a los activos de riesgo a encontrar un suelo". Esta interpretación, por tanto, es muy alcista para las bolsas.
LA GUERRA EN UCRANIA, EL FACTOR DESESTABILIZADOR
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'Todavía no hemos visto un evento sistémico que haga capitular a la Fed'No obstante, para que los mercados puedan seguir recuperando posiciones, hay un factor desestabilizador, tanto para la inflación como para el crecimiento, que todavía no está resuelto. Como dicen los expertos de Link Securities, "la guerra en Ucrania no tiene visos de concluir pronto" y "la sensación es que Rusia se está envalentonando al comprobar que las sanciones implementadas por las potencias occidentales están provocando también un daño económico elevado en estos países".
Para Vincent Chaigneau, las bolsas "siguen enfrentándose a un entorno geopolítico tenso (Rusia/OTAN, Taiwán) que contribuye a elevar los precios de los alimentos y la energía, lo que no es bueno para el consumidor". En este sentido, el temor a una crisis alimentaria a escala mundial ha sido una de las principales advertencias lanzadas recientemente en el Foro Económico Mundial de Davos.
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DWS no tiene miedo al mercado bajista: "El S&P 500 subirá un 14% hasta junio de 2023"Por tanto, aunque puede que haya pasado lo peor para las bolsas, la continuación de la guerra en Ucrania seguirá siendo un lastre durante los próximos meses. "Nos parece prematuro poner en las carteras demasiado riesgo. Por el momento, los mercados siguen enfrentándose a la combinación de datos económicos débiles y a unos bancos centrales que mantendrán un discurso agresivo al menos hasta final de verano", concluye este experto.
La conclusión es que las manos fuertes están vigilando de cerca estos dos factores. El cambio de percepción de que la Fed puede ser menos agresiva cuando termine el verano es muy positivo para las bolsas, que sin embargo seguirán condicionadas de manera negativa hasta que no se comience a vislumbrar el final de la guerra en Ucrania.
Para los expertos de Bank of America, cualquier rally alcista es una buena oportunidad para reducir riesgo y vender a precios más altos. Por el contrario, otros expertos como los de Wedbush consideran que caídas adicionales suponen una oportunidad de compra histórica a largo plazo.