Las firmas independientes dudan de que un 25% de fondos de terceros en la banca abra el sector

El sector no sabe cómo interpretar aún ese 25%, si por volumen o número de productos

  • Los bancos y las grandes gestoras internacionales llegarán a acuerdos, y las perdedoras serían las boutiques
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MiFID II en España

Las entidades financieras que den servicios de inversión tendrán que ofertar al menos un 25% de productos de terceros y al menos dos alternativas de terceras partes en cada categoría de fondos comercializada para poder cobrar retrocesiones de las gestoras que venda. Así queda uno de los flecos pendientes de MiFID II en España, y afecta sobre todo a la banca. Aunque desde las entidades independientes cuestionan que esta medida abra el sector de fondos.

La retrocesión (o incentivo) es la parte de la comisión de gestión que la gestora cede al distribuidor de sus productos por venderlos en su red y entre sus clientes. En España, de media, las retrocesiones ascienden a entre un 50% y un 70% de las comisiones de gestión totales.

Según el Gobierno, los vendedores podrán cobrar este incentivo de los fabricantes siempre que cumplan las condiciones anteriores en la venta de fondos de inversión, porque así sí se consideraría que hay un incremento en la calidad del servicio ofrecido, que es lo que la UE busca con MiFID II.

Estas condiciones vienen recogidas en el Real Decreto de desarrollo de la Ley de Mercado de Valores que completa la transposición de MiFID II en España, que a nivel europeo está vigente desde el pasado enero.

No obstante, aunque el Gobierno ha dado el paso de concretar algo más su primera propuesta del 25% para que se considere arquitectura abierta, añadiendo al menos dos fondos de terceros en cada categoría de fondos comercializada, los principales actores del sector no tienen claro cómo interpretar ese 25%, si por volumen bajo gestión o por número de productos.

“No está claro si el 25% aplica también a cada categoría como condición, o aplica a nivel general de la oferta comercializada”, señala FinReg360. En cuanto el texto definitivo esté publicado en el BOE, que se espera hoy lunes tras no estarlo el sábado, se saldrá de dudas.

“El aspecto positivo del 25% es que es un parámetro objetivo, algo que no establece la directiva europea. Facilitará el trabajo a las entidades e incrementará la seguridad jurídica”, afirman desde Cuatrecasas. Pero supone un cambio, al añadir los dos fondos de terceros por categoría. “Dependiendo de cada caso (el número de productos que se ofrezca o se asesore), esta obligación puede llegar a ser más exigente que el 25%, o más laxa”, pone en duda este despacho.

LOS INDEPENDIENTES: “TODO SEGUIRÁ IGUAL”

Las gestoras no lo tienen claro. Tampoco la gran banca ni los bancos privados o asesores financieros. Unos lo interpretan por volumen, y otros por número de fondos. Sea como sea, “todo seguirá igual, y es una pena”, critica una importante gestora independiente española. “El sector va a seguir dominado por los grandes bancos y por las grandes gestoras internacionales. MiFID II y la transposición en España han dejado de lado a las boutiques, que tendremos que buscar otros caminos para seguir creciendo”, prevé esta firma.

Por ahora, las grandes redes físicas están dando un asesoramiento muy simplificado a sus clientes sobre sus propios productos, normalmente fondos de fondos o fondos perfilados, donde la banca espera que sigan vigentes las retrocesiones. A los ojos de MiFID II, es un asesoramiento no independiente, y la directiva ahí sí permite estos incentivos.

“Está más cerca del gesto estético que de la voluntad de hacer bien las cosas. Las medidas políticas nunca son las perfectas, sino las posibles”, señala una banca privada independiente española.

Otro banco privado español independiente asegura que a entidades de su perfil no les afecta, porque están “muy por encima” del 25% en productos de terceros. “Y del 75%, y posiblemente más”, añade.

El mensaje que traslada el sector es que, a priori, la banca privada independiente ya tiene los deberes hechos en cuanto a producto y ahora sólo le queda ganar volumen para sobrevivir al que no lo tenga ya. El debate se polariza, por un lado, entre la gran banca comercial y las gestoras internacionales de primera fila y, por otro lado, las pequeñas gestoras de autor, que se antojan como las grandes perjudicadas.

“Para cumplir con el 25%, los bancos meterán entre sus listas recomendadas los grandes fondos internacionales por tres razones: sus gestoras son las que más retroceden; al tener los mayores volúmenes bajo gestión, con muy pocos productos de terceros ya cumplirían el 25%, y eso favorecerá los acuerdos entre bancos y grandes gestoras, y porque nadie se la va a jugar con productos de nicho cuando todo el mundo tiene los mismos bestsellers. Se trata de acertar o errar en masa y no salirse del redil”, cree la gestora consultada.

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