Cómo invertir en bolsa sin olvidar los fantasmas de la crisis del petróleo del 73

Hay que centrarse en acciones de alta calidad y en empresas que se beneficien de la inflación

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La situación actual en los mercados tiene muchas similitudes con la crisis del petróleo de 1973, provocada por la guerra del Yom Kippur entre Israel y las naciones árabes y que provocó un embargo petrolero por parte de la OPEP.

Los precios del petróleo se han disparado un 50%, las materias primas agrícolas han subido un 20% y los metales industriales un 15%. Como en 1973, si las sanciones se endurecieran y se implementaran durante un período prolongado, esto representaría una importante amenaza de estanflación para la eco-nomía global, indican los expertos de Union Bancaire Privée (UBP).

Puede consultar aquí el directo especial de 'Bolsamanía' sobre la guerra.

CONSECUENCIAS DEL SHOCK DE OFERTA DE 1973 Y LECCIONES PARA 2022

En 1973, el precio del petróleo se cuatriplicó por el embargo y des-encadenó una recesión en EEUU desde finales de 1973 hasta 1975 en EEUU. El consumidor estadounidense fue el primero en capitular, y la confianza del consumidor se desplomó por la subida de los cos-tes de la energía. El S&P 500 se desplomó un 40% desde máximos históricos (en la actualidad, ha perdido un 11%).

Aunque la confianza del consumidor ya había comenzado a caer antes, cuando la Reserva Federal (Fed) comenzó a endurecer su política monetaria a finales de 1972. Algo similar a lo que ha pasado en EEUU y en Europa tras la pandemia, debido a la elevada inflación originada por el impacto del Covid-19.

En marzo de 1974, tal y como tiene previsto hacer en marzo de 2022, la Fed comenzó a subir los tipos de interés para luchar contra la inflación. En aquella época, el endurecimiento monetario del banco central, obligado por las circunstancias, como actualmente, contribuyó al estancamiento económico y a la profundidad de la recesión.

Como factor positivo, la Unión Europea ha abierto la puerta a limitar los precios de la electricidad de manera temporal, para evitar que la subida de los precios de la energía tenga un impacto menor en la economía. En EEUU, también se están aplicando medidas fiscales para amortiguar el impacto en el consumo, lo cual es positivo, según indican desde UBP.

Sin embargo, el margen presupuestario para aplicar estímulos fiscales, tanto en EEUU como en la zona euro, es limitado actualmente. Y de un modo similar, el espacio de la Fed para no endurecer su política monetaria no existe, ya que la inflación americana ha subido hasta máximos de los últimos 40 años.

En 1974, la Fed elevó los tipos de interés en 560 puntos básicos, hasta el 14%, debido al impacto inflacionario del embargo. "En con-secuencia, existen desafíos por delante para la Fed y otros bancos centrales de todo el mundo", advierten desde UBP.

Tanto la Fed como el BCE necesitan lograr un delicado equilibrio entre combatir las crecientes presiones salariales y el rápido aumento de los precios de la vivienda en sus economías, junto a la posibilidad de que el shock mundial de la oferta de productos básicos que se está gestando resulte en una con-tracción de la confianza al estilo de 1973.

"Esto, a su vez, podría provocar una recesión mientras las tasas de interés se mantienen cerca del límite cero y los balances siguen inflados con las compras de bonos de la respuesta mundial a la pandemia", señalan desde UBP.

Sin embargo, el problema para la Fed y el BCE es que deben hacer frente a un shock energético con los precios ya disparados por la pandemia de Co-vid-19. El mercado ya anticipaba cuatro o cinco subidas de tipos de la Fed en 2022 y una reducción del balance del banco central americano, así como una retirada gradual de estímulos por parte del BCE.

Desde la crisis financiera de 2008, los bancos centrales siempre habían apoyado al mercado en momentos de crisis, pero ahora tienen las manos ata-das e incluso se verán obligados a endurecer las condiciones financieras. "La Fed sin duda intentará retirar el exceso de liquidez para combatir la presión inflacionaria cíclica, pero también deberá evitar una retirada rápida", aconsejan desde UBP.

Un error de política monetaria podría empujar a la economía a la recesión y provocar un ciclo crediticio doloroso, debido a las elevadas cargas de deuda en todo el mundo, que podrían amenazar la estabilidad del sistema.

"Los inversores deben esperar que la política de la Fed reaccione rápidamente ante un deterioro significativo en sus tres objetivos de política (inflación, pleno empleo y estabilidad del sistema financiero), creando un nuevo telón de fondo de mayor volatilidad que el visto desde la crisis financiera mundial", explican desde UBP.

CÓMO INVERTIR EN MEDIO DE UN SHOCK DE OFERTA GLOBAL

En este escenario tan complicado, las estrategias proactivas de gestión de riesgos son fundamentales. Desde UBP, ofrecen varios consejos. En primer lugar, los fondos alternativos de cobertura de renta fija ofrecen una oportunidad en un contexto de rendimientos crecientes y diferenciales cada vez más amplios que se avecinan.

Otra opción es invertir en mercados privados en busca de una prima de iliquidez en la deuda privada y activos de infraestructuras, que podrían mitigar un período de inflación persistente y elevada.

En renta variable, los inversores pueden aprovechar el escenario de volatilidad alta y creciente para buscar oportunidades tácticas y generar rentabilidad, teniendo en cuenta que un entorno de inflación elevado y sostenido debería presionar los múltiplos a los que cotizan las acciones.

"Los inversores pueden concentrarse en las empresas con flujos de ganancias crecientes de alta calidad y mayor visibilidad, en un intento de mitigar la posible compresión de los múltiplos que podría surgir", explican desde UBP.

Además, un enfoque táctico en los beneficiarios de la inflación puede complementar el enfoque estratégico en empresas de alta visibilidad y calidad, añaden.

"Si bien los fantasmas de la década de 1970 pueden ensombrecer los mercados, un enfoque en la gestión proactiva del riesgo puede complementar los flujos de ganancias de alta calidad tanto en crédito como en acciones para ayudar a los inversores a capear picos de volatilidad más frecuentes y prolongados que los vistos en la última década", destacan desde UBP.

"Además, el posicionamiento en torno a la evolución de la dinámica de la política fiscal y monetaria debería brindar oportunidades tácticas para explotar la perspectiva de un perfil de retorno de inversión general más modesto en el futuro", concluyen desde la gestora.

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