"El cambio de régimen ha comenzado, los bancos centrales tienen las manos atadas"

Costes, Covid y China marcarán el ritmo de las bolsas, según Fidelity

inflación reloj portada

Los expertos de Fidelity lo tienen claro: "El cambio de régimen ha comenzado en los mercados en 2022". Esta tendencia, que según su valoración comenzó a finales de 2021, ha sido confirmada por el aumento de la volatilidad registrado en enero.

"El mercado está alejándose de los ganadores de baja calidad y poniendo más énfasis en las empresas que están protegidas o pueden beneficiarse de las alzas de la inflación y los tipos de interés. Lo anterior tiene efectos negativos, pero también positivos", argumentan estos expertos.

"Limitarse a exponerse al mercado tiene pocas probabilidades de generar las ganancias superiores al 20% que vimos en las bolsas de los países desarrollados el año pasado, pero los inversores con un enfoque basado en el análisis tienen ventaja, ya que los beneficios probablemente sean el principal impulsor de las rentabilidades en 2022", añaden.

"BANCOS CENTRALES CON LAS MANOS ATADAS"

En su opinión, el tema central que está provocando este gran cambio en los mercados es la subida de la inflación, que se mueve en máximos de varios décadas. "Las permanentes alteraciones de las cadenas de suministro, las presiones alcistas sobre los salarios, el aumento de los costes de la vivienda y los altos precios de la energía están confabulándose para mantener la inflación en niveles elevados", explican estos analistas.

"Además", añaden, "aunque el ritmo de crecimiento de los precios probablemente esté tocando techo y se moderará, esperamos que se mantenga por encima del objetivo a lo largo de 2022. Por ello, los bancos centrales tienen las manos atadas, por más que las bolsas se encrespen, y la credibilidad de los objetivos de inflación está poniéndose a prueba".

En este escenario, la Fed y el BCE tienen la complicada tarea de no cometer errores en sus políticas monetarias, ya que subir los tipos muy rápido puede afectar al crecimiento, pero actuar con lentitud puede provocar una espiral inflacionista. "La historia demuestra que la inflación puede resultar tremendamente difícil de controlar cuando ha arraigado", advierten desde Fidelity.

EL COVID 19 Y CHINA

Según su valoración, la variante Ómicron del Covid-19 puede terminar "siendo positiva para los activos de riesgo, dado que es menos grave pero más contagiosa que las variantes anteriores. Eso acelera la transición de la fase de pandemia a una situación endémica, con un menor coste en vidas humanas, y estimula el retorno del crecimiento económico".

Como contrapeso, añaden que "China podría ser una excepción", porque "sus vacunas parecen menos eficaces que otras y la inmunidad natural de su población es baja". Además, "la estrategia de cero Covid, con restricciones estrictas, incluidos confinamientos, toques de queda, largos periodos de aislamiento y cuarentenas, también provoca más perturbaciones que las respuestas de mitigación comunitaria que se adoptan en otros lugares".

LAS BOLSAS SEGUIRÁ SUBIENDO

Pese a este análisis, Fidelity considera que "no nos encontramos al borde de una crisis, sino que estamos gestionando los desequilibrios y excesos del mercado: las valoraciones se movieron en cotas elevadas a lo largo de 2021, el liderazgo del mercado era estrecho y la inflación parecía cada vez más persistente".

Así, "junto con la evolución del COVID y China, estos factores hacen probable que las rotaciones y los vaivenes sectoriales continúen en 2022. Sin embargo, las correcciones pueden dar nuevos bríos a los mercados y rara vez son negativas a largo plazo", indican.

En su opinión, "el rebote que vimos en 2021 tiene pocas probabilidades de continuar, pero esperamos que los beneficios sean el principal impulsor de las rentabilidades en 2022 y ejerzan una influencia cada vez mayor en la evolución del mercado a lo largo del año".

Por ello, esperan que los beneficios sigan creciendo en términos reales (6-7% en 2022 y un 8-9% en 2023). "Sin embargo", advierten, "se registrará una amplia dispersión entre sectores y, en este sentido, el poder de fijación de precios será clave para las empresas; los sectores de consumo, industria y servicios públicos probablemente registren las mayores tasas de crecimiento, mientras que el sector de los recursos naturales podría caer con fuerza tras la rápida recuperación de 2021".

"En el cómputo general", concluyen, "las perspectivas para la renta variable en 2022 están presididas por una cautela moderada. Aunque no esperamos que las bolsas ofrezcan las ganancias de 2021, pensamos que pueden anotarse avances entre el 7% y el 9% al calor de un crecimiento de los beneficios razonable".

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