Rector UNIR felicita a nuevos egresados y pide que apuesten siempre por la razón en las grandes decisiones de sus vidas

En este sentido, ha explicado, que hoy "es lógico que todos los que nos encontramos aquí esta mañana estemos alegres, contentos. Son los sentimientos que surgen espontáneamente en nosotros cuando nuestras expectativas y nuestros proyectos resultan cumplidos" pero "no podemos ser una sociedad hipersentimental".

La UNIR ha celebrado este sábado uno de sus actos más importantes con la graduación de sus alumnos. Alrededor de 3.500 personas, de las que 750 son alumnos de Grados y Másteres oficiales, se han dado cita en la plaza de toros de La Ribera en un acto en el que también han participado familiares de los alumnos. En la ceremonia han estado representadas la Facultad de Educación, la de Derecho, la de Empresa y Comunicación, la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología y las Facultades de Salud y de Ciencias Sociales y Humanidades. Si bien son casi 15.500 los que se gradúan en esta ocasión.

Entre los asistentes, hay 21 nacionalidades representadas y provenientes de, además de diversos rincones de España, una quincena de países. Alemania, Holanda, Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guinea Ecuatorial, Irlanda, México, Paraguay, Perú, Reino Unido, República Dominicana, Suiza, Uruguay muestran el ejemplo perfecto del ADN internacional de UNIR.

"SER PERSONAS ECUÁNIMES Y SERENAS"

Durante su intervención, José María Vázquez García-Peñuela, ha querido recordar a los nuevos graduados que "cuando realmente nos damos cuenta de lo pasajero de nuestros sentimientos sabemos valorar la importancia de ser personas ecuánimes, serenas" y, por ello, "el esfuerzo por mantener el dominio sobre nosotros mismos no nos hace menos auténticos que quien pierde los estribos".

Tras dar la enhorabuena "a todos quienes se os ha impuesto la beca de la universidad y habéis recibido el diploma", el rector ha explicado que muchos saben que "cuando uno está cansado prefiere sentir que pensar" pero "está claro que no somos puro raciocinio" por ello "hemos de estar en guardia porque hay todo un bombardeo que nos anima a darle una primacía en nuestras vidas a los sentimientos y que puede tener consecuencias desastrosas".

En este punto, ha indicado, "poner por guía de nuestros actos al corazón, en cuanto que es el origen, la fuente de los sentimientos, es arriesgado. Los sentimientos, los estados de ánimo, se caracterizan por ser transitorios. Afortunadamente los sentimientos son estados transeúntes. Es una pena que se nos pase la alegría o el entusiasmo que nos provocan las cosas y los hechos que nos resultan beneficiosos o favorables, pero es una suerte que dejemos de estar enfadados o tristes y que esos sentimientos negativos no nos invadan para el resto de nuestra vida después de un acontecimiento que nos ha causado dolor, como puede ser la pérdida de un familiar o de un amigo cercano", ha indicado.

Por todo ello, las decisiones que comportan conductas o compromisos duraderos "no deben tener como base los sentimientos, sino que deben tomarse inteligentemente, es decir, con nuestra razón, que será la que espolee a la voluntad para hacer frente al esfuerzo continuado".

"SER ÚTILES PARA LA SOCIEDAD"

La sesión ha contado también con la lección magistral de la docente, historiadora e investigadora, Elvira Roca, denominada 'El conocimiento de la historia en la formación superior' y durante la misma ha conminado a los egresados a "revertir sus conocimientos en la sociedad para ser útil, porque el país en el que vivimos nos da muchas cosas y normalmente no solemos apreciarlo".

Tras coincidir en que "es legítimo sentirse orgulloso de uno mismo cuando concluye sus estudios universitarios y este es un momento estupendo para hacerlo", ha querido recordarles que usen sus conocimientos "en beneficio de todos, no solo de uno mismo; la sociedad tiene derecho a exigirles sentido de la responsabilidad y recibir este título les compromete a ello, porque las élites de un país determinan cuál será el futuro del mismo".

"INGENIEROS DE NUESTRAS VIDAS"

Además, uno de los momentos más emotivos del acto de graduación ha llegado cuando varios alumnos han tomado la palabra tras recibir la banda. Así lo ha hecho Carlos Escario Bajo, del Grado en Ingeniería Informática, quien ha querido felicitar a todos porque "el día de hoy es la gran prueba de que nos hemos convertido en ingenieros de nuestras vidas".

"Lo hemos conseguido, pero no lo hemos hecho solos. Muchas manos y muchos corazones han estado sujetándonos durante todos estos años y en UNIR, además de ciencias o letras, hemos aprendido a ser mejores personas y reconocer a aquellos que han hecho el camino con nosotros".

Por su parte, Jon Iturrioz, del Máster Universitario en Fiscalidad Internacional se ha sentido agradecido a la UNIR porque "hemos superado los desafíos que se nos han presentado. Estoy orgulloso de decir que hoy hemos crecido, somos diferentes de la persona que éramos cuando llegamos aquí por primera vez".

"Para muchos la gran pregunta ahora será qué vamos a hacer a continuación. No será un viaje fácil pero depende de cada uno de nosotros hacer realidad nuestros sueños", ha finalizado.