Una mirada a Oriente: “El más allá” de Masaki Kobayashi

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Conocida por todos es la afición de la literatura, el cómic y el cine japonés por el terror. De Oriente, especialmente del país nipón, proceden muchas de las películas más brillantes y famosas de este género en las dos últimas décadas. Algunas imágenes de Ju-on o The Ring han conseguido inquietar y poner los pelos de punta a numerosos espectadores de todo el planeta. El estilo y la imaginería de este cine han influido en Hollywood y en el cine europeo.

Pero antes de que llegasen a la sala de cine las cintas anteriormente mencionadas, el género fue configurándose apoyado en la literatura, especialmente en los cuentos de fantasmas. A mediados de los 60, Masaki Kobayashi  se embarcó  en un importante proyecto titulado El más allá. Se basó en los relatos de Lafcadio Hearn y contó con un gran presupuesto.

Kobayashi se había hecho un nombre a nivel internacional gracias a su trilogía de La condición humana y especialmente a Harakiri (1962) una de las cintas de samuráis más populares de la historia con la que fue premiado con el Premio Especial del jurado de Cannes. La figura de Kobayashi estaba por tanto consagrada a nivel mundial y gozó de enormes recursos para abordar su siguiente y ambicioso proyecto.

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El más allá es una película de gran potencia estética y narrativa. Kobayashi optó por el color y trató de sacarle todo el partido posible. Son célebres algunas escenas de batallas navales y diversos elementos simbólicos que fueron retomados posteriormente por Coppola en su Drácula. Es muy probable que el director norteamericano encontrase ideal la estética manierista de El más allá.

Vista en perspectiva, El más allá es un testimonio del creciente esteticismo que se apoderaría del cine a partir de mediados de los 60 y, sobre todo, en los 70. Un espectador de la actualidad tal vez pueda sentirse abrumado ante la estética de esta película, pero sus hallazgos fueron fundamentales para el desarrollo del cine fantástico posterior.

Como lo fue también su desarrollo narrativo. Esta cinta está dividida en cuatro historias de fantasmas: Pelo negro, La mujer en la nieve, Hoichi, y En la taza de té. Tal vez las dos últimas sean las más impactantes. ¿El cine clásico de terror no inquieta? Probad con El más allá