¿Por qué todos nos peleamos por “Batman v Superman”?

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El mundo del cine se ha convertido en un polvorín. Tras casi tres años de espera, “Batman v Superman: El amanecer de la Justicia” se plantaba en las carteleras de todo el planeta rodeada de expectación. La cinta con la que Warner Bros. arrancaba su ambicioso universo cinematográfico de DC Comics prometía regalarnos dos horas y media de leyenda, pero la gran batalla se producía a la salida de los cines.

Desde hace varios días, tanto las redes sociales como los portales especializados en cine se han convertido en auténticos campos de batalla. Si el personaje de Lex Luthor hablaba de “la mayor lucha de gladiadores de la historia”, era porque todavía no había visto las reacciones al filme. Partidarios y detractores de la propuesta de Zack Snyder comenzaban a enzararse en una pelea sin cuartel. Mientas las salas de cine se llenaban a rebosar, la crítica continuaba pregonando su decepción ante las pasiones del gran público.

¿Qué ocurre con “Batman v Superman”? Los datos de taquilla tras su primer fin de semana no podrían ser más asombrosos. Está claro que el tirón de ambos superhéroes es incomparable. De hecho, el aquí firmante es uno de esos fans iredentos del Hombre Murciélago y de DC Comics, pero también un detractor de la película. Nadie puede discutir que el material de partida con el que cuenta Warner Bros. es absolutamente brillante. Parece que todos estamos de acuerdo en que deseamos el éxito de la película, ya que lo que nos puede dar el universo cinematográfico de DC Comics es mucho. ¿Qué nos divide entonces? Probablemente, Zack Snyder.

Llegados a este punto parece que el director del fime se ha convertido en un auténtico problema. “Batman v Superman” copía casi al dedillo la estructura de “El Hombre de Acero”. El margen para la sorpresa de Snyder resulta preocupantemente limitado: Media película de tempo lento y otra mitad que empalaga los sentidos. Tampoco la mitomanía se cuida demasiado. Dicho esto, merece la pena pensar si a sus detractores le ha decepcionado el filme le exigían demasiado o sus defensores le pedían demasiado poco. En cualquier caso, la batalla entre los cinéfilos continúa.