“Suburbicon” nos devuelve al George Clooney más irregular

No está fino últimamente. Pese a llevar unos cuantos años demostrando su buena mano para dirección e interpretación, lo cierto es que nuestro queridísimo George Clooney no anda muy fino. De sus últimas películas tras las cámaras, Los Idus de Marzo (2011) se convertía en el único proyecto de nivel. Por contra, Ella es el partido (2008) y The Monuments Men (2014) decepcionaban a lo grande. Dudas y más dudas.

En esta ocasión, el turno es para Suburbicon. Los hermanos Coen son los responsables de un libreto marca de la casa, que Clooney lleva a la gran pantalla con cierto descaro, pero sin la habilidad propia del tándem de directores. Y es que esta cómica y delirante historia no alcanza la altura deseada por los que tantas grandes horas hemos pasado en compañía de George Clooney. Algo le falta a esta alocada trama para dar el salto de calidad deseado. De hecho, parece más un problema de puesta en escena que de las hilarantes líneas del guión.

Un misterio criminal ambientado en un tranquilo pueblo familiar de Suburbicon durante los años 50, donde lo mejor y lo peor de la humanidad se ve reflejado en las vidas de la gente corriente. Cuando un allanamiento de morada se vuelve mortal, una familia aparentemente perfecta empezará a hacer uso del chantaje, la venganza y la traición.

Hoy mismo aterriza en nuestras pantallas Suburbicon, un filme más pobre de lo esperado, pero más rico que la mayoría de cintas que se dejan caer por los cines.