“El secreto de Marrowbone” da más risa que miedo

Es una auténtica pena, pero de eso nos damos cuenta sólo al terminar la película. Entre las grandes apuestas del terror patrio para este año se encontraba El secreto de Marrowbone. El debut tras las cámaras de Sergio G. Sánchez se antojaba más que suficiente como para que todos estuviésemos entusiasmados. No es para menos, ya que el guionista de Lo Imposible o El Orfanato venía avalado por una impecable trayectoria, pero su primera experiencia como director dista mucho de lo que esperábamos.

Cuatro hermanos, temiendo que les separen tras la muerte de su madre, se esconden del mundo en su abandonada granja, un lugar cuyas viejas paredes esconden un terrible secreto… Hasta ahí, todo bien. el problema es que el afán por dar miedete a base de tirar de lugares comunes no cuela. De hecho, a tal punto llega el desgaste generado por la construcción de secuencias mil veces vistas, que lo que nacía con terrorífico afán muta en casi comedia.

Cierto es que Sergio G. Sánchez no luce mal en cuanto a la presentación de hermosos planos. El problema es que todo se va vaciando en su afán por sorprender. De hecho, la comedia irrumpe en escena cuando el filme se muestra solemne en su erróneo convencimiento de que han conseguido dejarnos noqueados. Y es que el final, su gran baza, es la cumbre de lo ridículo. Lástima.

2 Comments

  1. Raúl Vázquez octubre 15, 2017
  2. Laude octubre 16, 2017