Ha sido una auténtica locura. A lo largo de las últimas semanas, los usuarios de Netflix empezaban a molestarse de lo lindo. La razón no era otra que el anuncio de que la plataforma de streaming dejaría de emitir Friends con la llegada del nuevo año. Y es que no es ni medio normal la cantidad de seguidores que la ficción sigue teniendo a día de hoy. De hecho, las nuevas generaciones están conectando de maravilla con una serie que tiene el “síndrome Simpson”: Puedes ver cualquier capítulo mil veces y mil veces te lo pasas en grande.
Efectivamente, el acuerdo entre Netflix y Warner llegaba a su fin. Friends iba a parecer del catálogo de la compañía, pero los fans inicaban una dura campaña en redes que ha terminado por empujar a Netflix a renegociar la emisión de la famosa sitcom. Muchos habían amenazado con darse de baja en caso de que no se continuase emitiendo Friends, por lo que Netflix ha decidido rascarse el bolsillo.
La friolera de 100 millones de dólares ha tenido que pagar la compañía a Warner para que podamos seguir disfrutando de las divertidas peripecias de Ross, Rachel y compañía. No podríamos estar más felices,