Muere la gran Joan Fontaine, musa de Alfred Hitchcock

“Anoche soñé que volvía a Manderley…”. Estas eran las palabras de Joan Fontaine con las que daba comienzo aquella la inolvidable cinta de Alfred Hitchcock “Rebeca” (1940). Hoy, a sus 96 años nos llegaba la triste noticia del fallecimiento de una de las grandes estrellas del Hollywood clásico e inmediatamente hemos sentido la necesidad irrefrenable de evocar aquella maravillosa secuencia, solo una dentro de la dilatada filmografía de la actriz.

Nacida en Tokio en 1917, donde vivió hasta los dos años, Joan de Beauvoir de Havilland era la hermana pequeña de la actriz Olivia de Havilland (“Lo que el viento se llevó”), con la que nunca tuvo una buena relación. Ambas mantuvieron siempre una famosa rivalidad que les llevó a duras disputas por los mismos papeles y que tuvo su punto álgido cuando Fontaine le arrebató es Oscar a su hermana en la gala de 1942 gracias a su papel en “Sospecha” (Alfred Hitchcock, 1941). Sería la segunda nominación de las tres alcanzadas por la intérprete (lo haría también por “Rebeca” y por “La ninfa constante”).

4

Pero no solo de Hitchcock vivió Fontaine. Orson Welles, Billy Wilder, Anthony Mann o Fritz Lange cayeron presa del encanto de la actriz, mientras que Fred Astaire o Laurence Olivier compartían planos con una de las estrellas más brillantes que se recuerdan. Del mismo modo, en su filmografía se pueden encontrar títulos tan míticos como “Mujeres” (George Cukor, 1939), “Jane Eyre” (Robert Stevenson, 1944) o “Ivanhoe” (Richard Thorpe, 1952).

5

Casada hasta en cuatro ocasiones, piloto de avionetas y una chef, hoy nos deja Joan Fontaine sin apenas tiempo para recuperarnos de la perdida de otro grande como era Peter O´Toole. En cualquier caso, su legado permanecerá intacto para todos nosotros, del mismo modo que ocurría con el recuerdo Rebeca en aquella lúgubre mansión llamada Manderley.